Columna de Cristóbal Osorio: Ministros no presidenciables, el trono sin sucesor natural
Después de la recuperación de la democracia y la instalación del sistema presidencialista, se produjo un fenómeno en perfecta sintonía con ese modelo político, el auge de los ministros de Estado como sucesores ‘naturales’ de sus jefes, los presidentes de la República.
Si bien Eduardo Frei Ruiz-Tagle sucedió a Patricio Aylwin sin haber sido su ministro, Ricardo Lagos consolidó su carrera presidencial, iniciada en 1988, como ministro de Educación y Obras Públicas, para luego ser candidato y Presidente en 2000.
En seguida, la sucesión fue disputada arduamente por Michelle Bachelet y Soledad Alvear, ambas ministras de Lagos, con lo que se afincó la idea de que una buena gestión ministerial en alguna cartera importante, era un trampolín para la Presidencia.
Sin embargo, desde la elección de Bachelet I (2006), ningún ex ministro ha logrado convertirse en el inquilino principal de La Moneda, salvo la propia Bachelet II, pero, quien ganó en su calidad de ex Presidenta.
Lo han intentado muchos. En particular en 2013, cuando hubo una fiebre de siete ex ministros postulantes a la Presidencia. Son los casos de Andrés Velasco, José Antonio Gómez, y Claudio Orrego, quienes corrieron en primarias contra su ex jefa Bachelet. También pasó con Laurence Golborne, Andrés Allamand, Pablo Longueira y Evelyn Matthei, quienes protagonizaron en Chile Vamos una acontecida carrera presidencial de ex colaboradores del entonces presidente Sebastián Piñera, en la que todos ellos fueron descartados, bajados o derrotados.
En 2017 pasó la fiebre, y el único ex ministro que compitió fue Felipe Kast. Pero en 2021 volvió el fenómeno, y tres nuevos ex ministros de Piñera II concursaron, sin suerte: Mario Desbordes, Ignacio Briones y Sebastián Sichel. A eso habría que sumar a Paula Narváez, quien colaboró con Bachelet II, y -tal vez- a Joaquín Lavín, quien pese a ser ex ministro de Piñera I, perdió la primaria de ese año, pero como alcalde de Las Condes.
¿Qué depara la elección de 2025?
Nadie tiene una bola de cristal, pero es muy probable que los ex ministros brillen por su ausencia. En la derecha se perfilan Matthei y José Antonio Kast, pero ella ya no como ex ministra, sino dado su paso por Providencia, y él sin nunca haber ejercido este cargo. Asimismo, ningún ministro de Gabriel Boric marca bien en las encuestas, y todos están por debajo de la mismísima Michelle Bachelet, cuya figura muestra -ciertamente- una gran resiliencia, pero también es signo de falta de renovación de liderazgos.
Lo curioso del asunto es que los ministros no son malos candidatos a otros cargos. De acuerdo a cálculos propios, de los 27 ex ministros que fueron candidatos no presidenciales (en elecciones parlamentarias, constitucionales, municipales o regionales), acontecidas durante el gobierno en que sirvieron, desde que se recuperó la democracia, nueve perdieron (28%). El grueso de ellos se encuentra en la derecha, en donde casi la mitad de ellos perdió. Por el contrario, durante los largos años de la Concertación (1990-2010) y Nueva Mayoría (2014-2018), de los 18 ministros que fueron candidatos no presidenciables, 13 fueron electos (72%).
Una actual esterilidad de ministros-sucesores es preocupante, pues parece coadyuvar a la rotación continua de presidencias que pasan de un sector a otro, sin solución de continuidad.
Por Cristóbal Osorio, abogado.