Columna de Karina Delfino: Liceos emblemáticos, una discusión positiva
Recientemente, en una entrevista para La Tercera Domingo, compartí mi preocupación sobre los liceos emblemáticos. Es doloroso ver cómo estos liceos, símbolos de diversidad e integración, y que fueron el sueño de muchas familias vulnerables, tengan las dificultades actuales. La selección escolar en los liceos emblemáticos es una política pública que requiere una revisión con argumentos, sin descalificaciones u oportunismo político.
Posterior a dicha entrevista, algunas figuras de derecha, que nunca hicieron nada por la educación, optaron por ocupar ese punto para intentar volver al lucro y la discriminación. Resulta desolador ver a personas como la ex Ministra Marcela Cubillos que no hizo nada durante su período rasgar vestiduras sobre el tema y guardar silencio sobre “Aula Segura”, la peor política de educación que se ha aplicado en los últimos años y que fue decisiva en el deterioro de la convivencia escolar, precisamente en estos valiosos liceos emblemáticos.
La educación que teníamos y contra la que nos alzamos los estudiantes en el 2006 conducía a terminar con el lucro en la educación y con que no dependiera de la capacidad de pago de los padres y familias. Nuestro modelo educativo era un obstáculo para la equidad educativa y los principios de igualdad de oportunidades. La reforma educacional realizada por el gobierno de Bachelet intenta corregir dichas desigualdades, y por ello hay aspectos de dicha reforma que pueden mejorarse. Uno de esos temas son los liceos emblemáticos, comunidades escolares donde muchas familias de diversos territorios que no podían acceder a educación de calidad mandaban a sus hijos y se reconocía el esfuerzo.
Hoy el foco debe estar en elevar la calidad de la educación en todo el sistema público. Hay que priorizar los recursos del Mineduc en resolver los problemas de infraestructura que enfrentan las escuelas, liceos y comunidades escolares. Muchos de estos establecimientos carecen de las instalaciones adecuadas para ofrecer una educación de calidad, lo que contribuye a que la brecha educativa aumente. Por ejemplo, se hace fundamental tener techumbres que no se lluevan, baños dignos y sistemas eléctricos óptimos, características que no abundan en los colegios públicos. Además, es crucial involucrar a las comunidades en la búsqueda de soluciones. La participación activa es parte de lo que destruyó la derecha en su administración y debemos recuperarlo. Eso era un patrimonio que tenía el recordado y querido Liceo 1 en el que estudié.
También podemos revisar el currículum escolar y asegurarnos de proveer alternativas que vaya más allá de las materias tradicionales. Las artes, el deporte, las ciencias y otras habilidades pueden ser encausadas en las escuelas, donde además exista una verdadera integración. En esto, más recursos y capacidades para los profesores son fundamentales. Tenemos hoy un sistema rígido y las familias deben invertir recursos adicionales en talleres cuando en su hogar aparecen talentos deportivos, musicales o de otro tipo.
En resumen, debemos considerar nuevas formas de promover la equidad y la inclusión en nuestros sistemas educativos, poniendo el foco en la calidad de la educación pública. Mi invitación es a discutir abiertamente el tema, con responsabilidad, sin descalificaciones y revisar aquellas cosas que puedan mejorar nuestra educación pública.
Karina Delfino, alcaldesa de Quinta Normal.
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