Columna de Magdalena Merbilháa: FES, Fines Electorales Seguros con ideología

FES, Fines Electorales Seguros con ideología
FES, Fines Electorales Seguros con ideología

El anuncio del proyecto sobre el fin del CAE y la creación del FES tiene hoy fines electorales seguros, pero atisba visiones ideológicas que sin duda no le ayudan a Chile. Cuidado, el anuncio, como siempre, viene con “yapa” y es peligrosa.



Esta semana el Presidente Boric en cadena nacional anunció el fin del CAE (Crédito con Aval del Estado) para estudios universitarios y la creación del FES (Financiamiento de la Educación Superior). Aclaró que ya no será un crédito, sino una política de financiamiento desde el Estado, sacando a los bancos de la ecuación, como si eso fuese lo más importante. Del mismo modo, anunció la eliminación del copago para todos los tramos, menos el último, noticia que complicó a las universidades, ya que vieron amenazada su autonomía. Mucho quedó pendiente de explicación por lo que, en una actividad privada en la Universidad de Santiago, ambiente amigo para el Presidente, se intentó aclarar algunas. Pero más que en las explicaciones, que estuvieron casi ausentes, la prensa puso el foco en un Presidente Boric, en modo “intelectual humanista” casi “poeta”, papel que a él le fascina. Pareció más bien un punto mediático de campaña. Los ministros a su vez han explicado que habrá incluso ahorros, pero en verdad nada está claro.

Este anuncio del FES no es simplemente un proyecto con bajadas vagas, sino claramente una acción con “Fines Electorales Seguros”. “La minuta” es que el Presidente “cumple sus promesas de campaña”. El título “fin del CAE” suena como lo siempre prometido, pero no lo es. El Presidente irresponsablemente prometió lo que siempre supo que no podía cumplir, la “condonación universal del CAE”. Siempre supo que para eso no se tenía la plata, por tanto, mintió. Por eso ahora, sin hacer mucha “pega”, hizo “copy paste” del proyecto presentado por el Presidente Piñera hace 12 años, proyecto que él y su sector criticaron y rechazaron entonces. Hoy tomó ese proyecto y le hizo algunos cambios con alta carga ideológica que buscan lo que siempre han querido, la estatización de todo.

Este anuncio sólo favorecerá a 75 mil de más de 800 mil deudores, lo que ciertamente no es universal, sino altamente parcial. Igual que el proyecto de Piñera saca a los bancos de la ecuación y convierte el financiamiento en un impuesto a los egresados. Lo gratis no existe, siempre lo paga usted, antes o después. Dice que hace justicia desde franquicias tributarias a quienes ya pagaron, pero esto queda en “saludo a la bandera”, ya que la gran mayoría de la clase media no paga impuesto “global complementario”. A diferencia del proyecto anterior, elimina el copago y la matricula. Solo pagan los más ricos. Esto suena bien para el endeudado que califica, si postula. Suena complejo para los que serán grabados con impuestos, sin duda. Pero es mortal para las universidades, ya que se traduce en una fijación de precios completa para el sistema de Educación Superior. Ya no serán sólo los alumnos con gratuidad con precios fijos, sino todos los alumnos… casi todos.

Ciertamente los aranceles referenciales fijados por el Estado para las carreras no condicen en muchos casos con los aranceles reales , es decir con los costos reales de muchas universidades. Algunas, se ajustan al arancel estatal cortando prestaciones y bajando la calidad. Esto ya pasó con la gratuidad, por eso muchas no adscribieron y las que lo hicieron han sufrido altos déficit en sus cuentas. El CAE funcionaba con el crédito dado por el arancel referencial y con copago del alumno para cubrir al costo real de la universidad. Los deciles 7 , 8, 9 y 10 pagaban un adicional, ahora sólo lo harán quienes estén en el 10. Esta merma financiera implicará ajustes que perjudicarán ciertamente la calidad, si no puedes subir el precio, “hay que achicar el producto” para sobrevivir o morir.

Si esto no logra liberar de la deuda a todos y solo a un mínimo, la pregunta es ¿cuál es el real objetivo? Sin duda un efecto electoral inmediato ad-portas de una elección. Suena como que cumple, sin cumplir. Los crédulos pueden bailar con el canto de las sirenas, siempre lo hacen, “la ignorancia es atrevida”. El presidente no le puso suma urgencia, por lo que probablemente no va a ser nunca realidad. Pero si vemos el proyecto, el objetivo es sin duda ideológico. Lo más importante para ellos es sacar a los bancos y “reventar e intervenir” a las universidades privadas. Las universidades públicas pueden “surfear” a través de los fondos basales y liberando recursos del fondo solidario. Pero sin duda el gasto tendrá que aumentar, si no dan las cuentas.

Si no se gasta más, entonces las universidades recibirán menos. ¿querrán hacer con las universidades lo mismo que hicieron con los colegios? Literalmente empeorar el sistema, ¿”sacarle los patines” a los aventajados y dejarlos a todos en “el barro”? Sin duda el Estado no quiere mejor educación, solo quiere los votos. Mientras más mala la educación, las personas son más manipulables y por tanto se dejan engañar por cantos de sirena. Este anuncio tiene hoy fines electorales seguros, pero atisba visiones ideológicas que sin duda no le ayudan a Chile. Cuidado, el anuncio, como siempre, viene con “yapa” y es peligrosa.

Por Magdalena Merbilháa, historiadora y periodista.

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.