Columna de Maisa Rojas. Cómo frenar la contaminación por plásticos
Cada año se producen más de 400 millones de toneladas métricas de desechos plásticos y se estima que más de 20 millones de toneladas de esta basura plástica termina en nuestros ecosistemas terrestres y marinos: ríos, lagos, quebradas y mares.
La contaminación por plásticos es un aspecto crítico de la triple crisis ambiental, triada en la que están el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación del medioambiente. Los efectos de la triple crisis son enormes y es una realidad que estamos viviendo no sólo como país, sino también en el mundo y en esa línea se deben buscar las sinergias entre los distintos instrumentos internacionales ambientales para generar una respuesta más sólida y coordinada.
La curva de los desechos plásticos sigue en aumento y debemos poner nuestros mejores esfuerzos y nuestras más eficaces acciones para revertir esta tendencia. Debemos mirar a frenar que el plástico termine en el ecosistema, en nuestras playas y en nuestros organismos en forma de microplásticos.
En este mismo momento, delegaciones de Estados y múltiples actores no estatales de todo el mundo se han dado cita en Nairobi, Kenia, para negociar -al alero de Naciones Unidas- lo que será el primer instrumento internacional jurídicamente vinculante para hacer frente a la contaminación por plásticos, incluido el medioambiente marino.
Desde Chile, acudimos a esta cita con una postura ambiciosa para que el futuro tratado establezca reglas claras para eliminar la contaminación en todo el ciclo de vida del plástico. Debemos promover una transición justa con énfasis en garantizar el derecho humano a un medio ambiente limpio, sano y sostenible, y trabajar para la eliminación de las sustancias químicas nocivas para la salud y el medio ambiente en el plástico.
En Chile tenemos parte de la tarea avanzada con la legislación nacional de Responsabilidad Extendida del Productor (o Ley del Reciclaje) y de Plásticos de un Solo Uso, además de una importante cooperación público-privada. Pero la contaminación por plásticos es a escala global y necesitamos de los esfuerzos internacionales para frenarla. Todos los países, sin excepciones, debemos aumentar la circularidad del plástico, promover los sistemas de reúso, controlar las sustancias nocivas del plástico y, por cierto, poner énfasis en la educación ambiental y la concientización de la población.
Todas y todos debemos repensar la forma en la que utilizamos el plástico en nuestras vidas. Debemos ser conscientes de reducir plásticos innecesarios y reusar o reciclar el plástico indispensable. Por el bien de la salud del planeta y por el bien de nuestra propia salud.
Por Maisa Rojas, Ministra del Medio Ambiente.