Columna de Matías Concha: “La ola de inversión verde...fast track ahora o nunca”
"El rol del estado debería estar en mejorar su gestión y promover con sentido de urgencia un Fast Track que permita capturar la ola de inversión verde ahora. Esta ola es pasajera, está sostenida por la tremenda externalidad positiva ambiental, es promovida fuertemente por países competidores como Australia y Canadá y en Chile está bloqueada por temas institucionales y de permisos. "
Nos encontramos en un difícil contexto en donde por un lado se busca imperiosamente aumentar la carga tributaria que permita financiar una serie de planes sociales y por otro lado tenemos un contexto sociopolítico y económico muy delicado en donde las consecuencias en el corto y largo plazo no están claras. El categórico rechazo a la idea de legislar sobre la reforma tributaria nos alerta sobre el momento y propuesta propicia para avanzar. Antes de seguir en la bizantina discusión de cómo subir o no los impuestos, bien vale la pena promover una discusión basada en caminos de realismo convergente.
Primero que nada, como chilenos debemos tener como imperativo contar con una mejor gestión del estado en un país en donde la cantidad de empleados públicos incluida la salud y educación pública ya supera el millón de personas. El estado se lleva la cuarta parte del PIB y si bien tienen una desigualdad antes de impuestos equivalente a la de Alemania o Inglaterra, al aplicar los impuestos y cumplir su rol de redistribuir no logra reducir mayormente la brecha. En materias emblemáticas como salud y educación el gasto ha aumentado en términos reales en más de 4,4 veces y 3 con respecto a 15 años atrás llegando a ocupar 5,4% y 4,8% del PIB, pero ¿cómo ha aumentado la calidad? ¿merece priorizarse la inyección de más recursos sin una propuesta de mejor gestión?
Segundo, se evalúan reformas emblemáticas como el royalty, aumento a las empresas, patrimonio u otras que buscan subir la carga del PIB actual, pero ¿Cómo afectan las inversiones futuras? ¿deberemos seguir estáticamente en relación a lo existente o tener una institucionalidad tributaria preparada para enfrentar los grandes desafíos y multiplicar varias veces su recaudación?
En el caso de materias emblemáticas como el cambio climático Chile tiene una oportunidad histórica que sucede cada 100 años. Por medio de innovación y recursos renovables Chile, Australia, Canadá, Indonesia y China son probablemente por sus condiciones naturales los llamados a convertirse en los verdaderos protagonistas en una economía verde que sustituya la era fósil en los próximos 30 años. De estos países, aquellos que promuevan las condiciones adecuadas para la “Ola de Inversión verde” pueden multiplicar varias veces su torta tributaria en relación a la existente. Ahora bien ¿Por qué la promoción del litio sigue detenida en donde esta ola ya está siendo aprovechada mayormente por Australia y Argentina y por ese inmovilismo retrocedemos del primer a un probable tercer lugar? ¿Por qué si Chile que es el mayor productor de cobre que produce cerca de 5 [MMTon] de cobre al año y el mundo al 2035 va a requerir del orden de 9 [MMTon] adicionales para poder sustituir el transporte fósil por eléctrico, se los tilda de “extractivistas” y se bloquean los emblemáticos permisos de los grandes proyectos que permiten viabilizar la transición energética mundial? ¿Por qué el megaproyecto HIF que básicamente es una megainversión para poder desarrollar un productor global de hidrógeno verde es recibido con alfombra roja en el estado petrolero de Texas y en Magallanes que tiene condiciones básicas privilegiadas se le recibe con profundos cuestionamientos? ¿Por qué se estigmatiza a los bosques renovables que son la mayor aspiradora natural de CO2 sin considerar su noble contribución de 50 [MMTonCo2] que implica reducir radicalmente las emisiones de CO2 que el país emite cada año?
Más allá de buscar recursos sobre una base estática que generan desunión, el rol del estado debería estar en mejorar su gestión y promover con sentido de urgencia un Fast Track que permita capturar la ola de inversión verde ahora. Esta ola es pasajera, está sostenida por la tremenda externalidad positiva ambiental, es promovida fuertemente por países competidores como Australia y Canadá y en Chile está bloqueada por temas institucionales y de permisos. A diferencia de cualquier política alternativa, la promoción de esta iniciativa tiene implicancias transformadoras para Chile a nivel de inversión, empleo, crecimiento y mejora sustantiva en la calidad de vida de las personas. Esta promoción no solamente permite aumentar varias veces la torta tributaria, sino a nivel ambiental posicionar a Chile como un referente mundial en revertir el cambio climático.
* El autor es consejero Sofofa.
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