Columna de Pamela Jara: El Rol de las Geociencias en la Prevención de Desastres

Socavón en Reñaca. Foto: Aton.


A propósito de los acontecimientos por todos conocidos de los socavones que han afectado a los edificios Euromarina II y Kardinsky, creo que llegamos tarde al debate. Nos ponemos en riesgo geológico cuando nos ubicamos en zonas con probabilidad de que un evento natural cause daño a la sociedad, a las personas y las infraestructuras. Para ello, se requieren planes reguladores que consideren los estudios respectivos, y no otorgarse permisos de edificación en zonas catalogadas con alto riesgo geológico, por ejemplo: en zonas de inundación de ríos o humedales, zonas de alta pendiente, quebradas, dunas, entre otros.

En este último caso, respecto del riesgo al que están expuestas las edificaciones sobre las dunas en Reñaca (Municipalidad de Viña del Mar), en este momento se deben tomar las medidas de mitigación necesarias para gestionar ese riesgo, e investigar respecto de las responsabilidades. Sin embargo, la medida inicial que debió tomarse es no construir sobre estas, y mencionaré algunos aspectos que varias instituciones ya han recalcado desde los hechos del año pasado, a solo metros del actual socavón.

Las dunas presentes en la costa de las comunas de Concón y Viña del Mar, son parte del “Campo Dunar de Concón”, declarado Santuario de la Naturaleza en el año 1993 por el Ministerio de Educación, y Geositio en el año 2011 por la Sociedad Geológica de Chile. Esta última institución hizo un llamado de atención, y de respaldo, al informe emitido por el Departamento de Geología Aplicada del Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin), que aborda cuestiones relevantes para la planificación y desarrollo responsable de la infraestructura en la zona. El director de esta institución, tras el socavón del año 2023, indicó que existen informes públicos del Servicio: “del año 2005 y 2012, que se generan a petición de la Municipalidad de Concón, en el que se detalla que no es recomendable construir ahí”. Justamente se señala que en Concón no hay construcciones en esa zona, lo que da a entender que ese municipio sí consideró el informe.

Aparte de los aspectos técnicos, ingenieriles y geológicos, y que tienen relación directa con las condiciones geotécnicas del material sobre el que se ha construido, en el caso de este Campo Dunar, existen recomendaciones medioambientales que llaman a la protección de estas, ya que las Dunas son un ecosistema dinámico, en que no sólo habitan especies de flora y fauna específicas, sino que además tienen algunas características muy distintas a otros tipo de suelos. Como morfología son más jóvenes que zonas rocosas, e incluso podrían estar actualmente evolucionando, con modificaciones en su cohesión y resistencia, debido a las intervenciones que sobre estas se han realizado, y que modifican el campo de esfuerzos original sobre el que se diseñaron las estructuras que actualmente están en ese sector.

Con todo lo anterior, el llamado es a la mirada multidisciplinaria de estos temas, el llamado a quienes toman decisiones, de tomarlas tras haber revisado y considerado no solo los aspectos técnicos ingenieriles, y no solo la normativa, pues hay eventos, como los que estamos viviendo que “escapan a la norma”. Un ejemplo es la campaña “Un Geocientista por Municipio” que ha liderado la Asociación Chilena de Ingeniería Geológica (Achigeo), y que busca, por medio de la integración de estos profesionales, garantizar una mejor preparación, identificación de zonas de riesgo y creación de planes de contingencia fundamentados en la ciencia, conforme a lo estipulado en la ley 21.364 (Política Nacional para la Gestión del Desastre, Senapred). Por otra parte, estas y otras instituciones lideradas por geocientistas, han hecho ya el llamado a invertir en prevención, a consolidar un Servicio Geológico Nacional, y no dependiente del Ministerio de Minería para estos fines.

Una sociedad es sostenible cuando toma medidas oportunas, ya que la prevención es menos costosa que la reconstrucción, y las medidas de mitigación muchas veces son financiadas por la sociedad en su conjunto. Debemos recordar que los desastres no son naturales, que son los tomadores de decisiones quienes deben velar por que sean considerados los estudios geológicos, para evitar que ante estos procesos naturales (muchos de ellos inevitables) se vea afectada la sociedad.

Por Pamela Paz Jara Muñoz, Geóloga. Académica de la Usach, vicepresidenta de la Sociedad Geológica de Chile

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