Columna de Paula Escobar: Anótense en la lista (de Dorothy Pérez)


CUENTA PUBLICA CONTRALORIA
EN LA FOTO, DOROTHY PEREZ
25/03/2024 CUENTA PUBLICA CONTRALORIA EN LA FOTO, DOROTHY PEREZ FOTO: MARIO TELLEZ / LA TERCERA


Magia negra, vudú y maleficios varios usaban “Los Trinitarios”, mafia de origen dominicano formalizada estos días por estar vinculada a narcotráfico, robos, homicidios, y por haber empleado barberías para lavado de activos.

Esta mafia fue desbaratada por la PDI en el mayor operativo en la historia reciente de Chile, pero cada logro en materia de combate al crimen organizado se ve aguado por más y más hallazgos del poderío de este en nuestro país. Cunde, entonces, una sensación de impotencia del Estado para cumplir su deber y se va configurando una muy peligrosa narrativa de “desesperanza aprendida”. De buscar en la realidad solo la confirmación de que el crimen no hay cómo pararlo con las armas de la democracia y el Estado de Derecho y que, entonces, solo quedan modelos bukelianos como solución, que prescinden justamente de las reglas democráticas básicas. Esa idea es muy fácil de instalar, casos sobran y da bastante rédito político a corto plazo, pero es una idea corrosiva, que sin duda afectará a quienes ocupen el sillón de O’Higgins en las elecciones siguientes, sean del color político que sean.

Para contrarrestar esta idea, que no recoge la realidad en su conjunto, es necesario que el Estado demuestre resultados, agencia y una actitud enérgica y proactiva, no meramente reactiva. No se trata solo de cambiar o crear nuevas leyes -lo que es importante, por cierto-, sino de también implementar y usar bien las leyes y normativas ya existentes, a toda su capacidad, en todas las instituciones estatales.

Se puede. El fiscal Valencia ha impuesto velocidad y urgencia mayores al Ministerio Público. Y es lo que ha pasado particularmente con Dorothy Pérez, la contralora (S). A pesar de su calidad de subrogante y no titular en el cargo, no se ha quedado “a la espera” de que la nombren o la saquen. Donde haya reglas, normas o leyes que no estén siendo empleadas en toda su dimensión, y donde los funcionarios públicos estén subutilizando (o no cumpliendo) las reglas vigentes, ahí se les aparece Pérez. Y ha ido repasando institución tras institución, revisando en detalle. ¿Están haciendo los controles exigidos? ¿Están gastando bien la plata? ¿Están siguiendo los procedimientos y actuando apegados a la ley? Pero no para pillar el detalle menor, sino para mostrar cómo el hecho de tomarse a pecho el poder y el papel del Estado tiene impactos sustantivos.

Lo hizo, de hecho, respecto de “Los Trinitarios”, interpelando a los municipios por aquellas atribuciones que tenían a la mano para combatirlos, pero que no usaron, por desconocimiento o dejadez.

“Cómo puede suceder que tengamos cinco barberías por cuadra en nuestro país. Algo pasa ahí. Y esas barberías están atendiendo hasta la 3 a.m. y con delivery, y nadie corta el pelo a través del delivery. Entonces, todos los chilenos sabemos lo que pasa en las barberías”, dijo esta semana en una reunión con los municipios.

Qué contraste con otras autoridades, en ámbitos distintos del combate al crimen, a las que parece que todo “les pasa”, no ven venir nada, no se anticipan a ningún problema y gastan sus horas solo apagando incendios, muchos de ellos previsibles. Lo vimos esta semana con “Anótate en la lista”, plataforma del Ministerio de Educación para quienes no obtuvieron su cupo después de las postulaciones al Sistema de Admisión Escolar (SAE). Como resultado de un deficiente funcionamiento, ha dejado 800 alumnos sin matrícula, además de muchas dudas sobre los servicios “premium” que la empresa tecnológica ofreció a los colegios. La pregunta obvia es dónde está la capacidad del Mineduc de prever problemas y adelantarse a ellos: eso es gestión realmente, no la mera reacción del día a día, que condena a las instituciones a un presentismo que impide gestionar y avanzar.

“Estamos como país en una situación delicada, en la que todos, no sólo el gobierno de turno, de este color o del otro, todos, tenemos que hacer un aporte”, agregó Dorothy Pérez en esa reunión con municipios.

Esa es la actitud que ayuda a sacar al país de este clima de desesperanza en el sistema en su conjunto, que es justamente lo que el crimen organizado quisiera: que como país ya bajemos los brazos y nos demos por derrotados. Pérez se refiere, a la vez, al poder del Estado -para quienes lo hubieran olvidado- y a la responsabilidad y rendición de cuentas de sus funcionarios, que deben cumplir su papel con todo el rigor y urgencia que la ley les confiere.

No se trata de idealizar a Pérez, pero sí es importante relevar una actitud que debiera emularse: la de una funcionaria pública que exige empoderarse y adelantarse, no solo conformarse con esperar que los problemas les exploten en la cara y luego “reaccionar”.

Porque no hay que hacer magia -ni negra ni blanca- para sacar al país adelante, sino simplemente hacer la pega bien.

Ojalá más funcionarios públicos se anotaran en esa lista de Dorothy Pérez.

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