Columna de Paula Escobar: Disparos contra Marcel

Mario Marcel y Pamela Jiles
El ministro Marcel y la diputada Pamela Jiles.


Al inicio de todo, la diputada Jiles usó los dedos para ir mostrando cómo vendría la cosa: uno, dos, tres, cuatro retiros de fondos de pensiones… y más. Mario Marcel, entonces presidente del Banco Central, explicó con peras y manzanas lo que pasaría si se abría esa caja de Pandora. Le dijeron que era el cuento del cuco. Nada sirvió. El gobierno anterior, con sus exiguas ayudas iniciales, le puso combustible a la idea y esta voló y se hizo imparable. Y ahora empieza a emprender vuelo la idea del quinto.

Cambió el gobierno, uno que no tiene en su programa los retiros previsionales y que se está jugando por completo y de modo prioritario por mejorar sustantivamente el sistema de pensiones. Cambió la pandemia: ya estamos en fase de apertura, los niños de vuelta a clases, sin cuarentenas. Cambió la situación económica, y para peor, incluidos los efectos de los retiros. La inflación pesa, los créditos hipotecarios se dispararon, la informalidad aumenta. Todo este efecto inflacionario, además, será acentuado por la guerra en Europa, así como la situación económica global.

Tampoco queda dinero en las cuentas de los más pobres y necesitados: ello se fue con los retiros anteriores. Con este retiro, cinco millones quedarán con cero peso, y la consultora Ciedess estima que el 52,7% del total serán mujeres.

Cambiaron muchas cosas, pero lo que no cambió es la insistencia en una política pública que, no hace falta repetir, implica solucionar con los ahorros de las personas el costo de la pandemia; y que es regresiva e individualista: nada más cercano a rascarse con las propias uñas, que saque el que tiene, y el que no, se quede mirando.

Que la diputada Jiles insista no es extraño. Es su caballo de batalla y uno que le da tribuna y visibilidad aseguradas. Lo que es un contrasentido es que parte de la propia coalición(es) gobernante(s) se suba a este carro de los retiros y le mueva el piso a su gobierno a pocos días de asumir el mando. La Cámara visó sin más la admisibilidad del proyecto, con amplios apoyos oficialistas, pese a la oposición de La Moneda, creando más incertidumbres y tensiones un momento como este.

No es solo falta de fiato o espíritu unitario lo que ha pasado. Es una contradicción política: no se puede intentar reformar en serio el sistema de pensiones para poder dar más pensión a cada chileno y chilena, asemejarse a un Estado de Bienestar propio de las socialdemocracias y, a la vez, seguir esquilmando lo que queda de ahorros, como si no hubiera mañana. O se piensa en serio y en el futuro, o se sucumbe al inmediatismo populista, que no termina en ningún caso en países parecidos a los nórdicos en cuanto a mayor igualdad en la dignidad y en la calidad de vida. Un nuevo retiro pone en riesgo una de las mayores promesas y objetivos de la era Boric, y uno de los más graves y crónicos problemas de nuestro país: si se sigue girando a costa de los fondos de pensiones restantes, todos los cálculos, planes, estrategias del equipo económico para estabilizar la economía y poder resolver de una vez el tema el sistema de pensiones, se hacen titánicos.

La estrategia ha pasado por hacerle presión -incluso bullying- al ministro Marcel, lo que no es nuevo. Pero ya empieza a dejar de tener bordes. El alcalde Jadue ahora hasta le cambió su trayectoria, diciendo que había sido nombrado en el BC por el expresidente Piñera. “Hasta donde recuerdo, a mí me nombró como consejero del Banco Central la Presidenta Bachelet, y la misma Presidenta Bachelet me nombró Presidente del Banco Central, así que le pediría que corrigiera ese dato que está un poquito equivocado”, dijo Marcel, quien fue elegido justamente esta semana el mejor banquero central del mundo, por la publicación inglesa Central Banking. Su seriedad como servidor público está a la vista y por eso Boric lo eligió en Hacienda. Y las personas lo valoran: es el segundo ministro mejor evaluado del gabinete.

Chile hoy tiene la oportunidad histórica, quizás única, de transitar hacia un Estado de Bienestar donde no haya salud, pensiones, educación, de ricos y de pobres. Pero hay quienes -consciente o inconscientemente- parece que prefirieran que esa oportunidad se dilapidara. Se le atribuye a Winston Churchill la frase de que “nuestros adversarios están enfrente, nuestros enemigos, detrás”, esto es, que estos últimos se hallan dentro. Ordenar a los propios, es decir, ser líder de la(s) coalición(es) de gobierno es uno de los roles que en Chile recae -guste o no- en el Presidente/a de la República. El Presidente Boric debe asumir aquello en plenitud para dar gobernabilidad y viabilidad a su proyecto político. Porque la irresponsabilidad fiscal no es un boicot hacia Mario Marcel como persona o ministro, sino al programa que el Presidente le ofreció al país: transformaciones profundas, pero hechas con responsabilidad.

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