Columna de Paula Escobar: ¿Quién se cree Pedro Pool?
No hay duda.
La alcaldesa Matthei remeció el tablero político con sus declaraciones sobre el proceso constitucional. Ella conoce de polémicas, lleva décadas en lo público; no se agita ni amedrenta por odiosidades en redes sociales.
Pero por muy “mujer de hierro” que se vea, ella -ni nadie- pensó que sus declaraciones podrían significarle una amenaza de fusilamiento.
“El día que yo sea Presidente de la República no te la vas a llevar pelada. Traidores con Chile, los vamos a fusilar, que es lo que se merecen”, dijo el empresario osornino de ultraderecha Pedro Pool, en su programa de YouTube. Luego la garabateó, y le preguntó “¿quién se cree esta h…?”.
Las agresiones verbales violentas en política tienen como blanco preferencial a las mujeres, y la han sufrido ya varias mujeres políticas y líderes de opinión en Chile. Es un tipo de “disciplinamiento”, de censura, de mentes misóginas, en contra de mujeres que desafían el estereotipo tradicional al participar activamente en la arena de lo público, como tan bien ha documentado la historiadora británica Mary Beard, en su canónico libro Mujeres y poder. Así lo muestra también un informe de la Escuela de Periodismo de la Usach, que reveló que el 75% de las mujeres constituyentes sufrió violencia digital, y que el 80% de los perfiles que emitieron más mensajes violentos, correspondían a hombres.
Muchas veces son bots o cuentas anónimas. Pero en este caso, se trata de un personaje con nombre y apellido, que opera a luz de día, que posee un abultado background de acusaciones de violencia, amenazas y transgresión. Ya el 2022 le había ofrecido fusilamiento a tres convencionales: “El señor Bassa, el señor Atria, todos estos indios que están ahí, los vamos a fusilar (...) No van a ser 3 mil (los ejecutados) como el general Pinochet, van a ser varios más. Y no va a haber exilio dorado, ya que se van a ir a isla Dawson y con poca ropa”, dijo. Por esos dichos, la Fiscalía de Osorno ingresó una querella en su contra.
Antes de esto, fue acusado de golpizas, robo de agua y violencia intrafamiliar. Según informa La Tercera, uno de los primeros registros que se tiene de Pedro Pool Vargas data del 2008, cuando fue denunciado por su entonces conviviente. Según señaló, ella “se encontraba en el interior de su domicilio, de pronto llegó al lugar su conviviente Pedro Pool Vargas, quien procedió a amenazarla de muerte”. La mujer sostuvo ante los funcionarios policiales -según relata el diario- que el empresario además le habría señalado que “si ella lo denunciaba por este hecho, la mandaría a matar”. Ese año el empresario fue formalizado por el delito de amenazas de atentados contra personas y propiedades. La causa fue archivada en junio de ese año.
Pese a todo esto, este personaje además tiene conexiones, redes políticas, acceso; no es un marginal. En su programa entrevista a políticos, varios de ellos del P. Republicano, y hace dos años, entrevistó al mismo José Antonio Kast. Pool y él aparecen -junto a un tercer contertulio- en una soleada terraza en Osorno. Kast le agradece a Pool “por lo que hacen, porque ustedes hablan las cosas por su nombre, van directo al grano (…) Eso se valora y se respeta”. Luego ambos se ríen sobre que Kast sea motejado como “extremo”. “Hay que aclarar que este es el candidato de la extrema derecha, ¿eh?”, dice Pool, en tono burlesco. Y agrega: “Yo quiero ser honesto, esto no lo hacemos por usted, lo hacemos por Chile. Porque aquí no solo van a empobrecer el país, sino que además nos van a esclavizar. Y nosotros debemos darles las gracias a usted por estar presentando batallas por la libertad de todos los chilenos”, dice Pool.
Tras la amenaza de fusilamiento a Matthei, todo el espectro político condenó las declaraciones de Pool, incluido el propio José Antonio Kast, quien además lamentó “haber aceptado una entrevista con él hace más de dos años atrás”.
Pero lo sucedido debe llamarlo a reflexión. Hace dos años, Pool ya tenía un prontuario público de transgresiones. Y durante la conversación habló de que “nos querían esclavizar” (¡sin que Kast lo cuestionara!). El debate público polarizado, violento y odioso se alimenta justamente dándole atención y credibilidad a personajes como Pedro Pool. Y al decir que se lo “respeta”, se le da la entrada a un espacio público distinto del que tendría solo. Y luego, ya no es posible volver atrás cuando se sale de todo marco democrático.
Matthei dijo que está estudiando acciones legales contra Pool, con toda razón. Se traspasó una línea, la de la violencia política explícita y la misoginia desatada. Pool se cree y se siente impune de traspasarla a su antojo: tras la polémica, dijo exultante que esperaba con “ansias” la querella de “He Man Matthei”.
Bueno, somos muchas personas las que esperamos con ansias que Pool no se salga con la suya.
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