Columna de Ricardo Abuauad y Michael Comber: ¿Cómo va el PEH?
Terminando el gobierno del Presidente Piñera se aprobó la “Ley de Integración social y urbana”, dentro de la cual se creó el Plan de Emergencia Habitacional (PEH) que entregó al Minvu la tarea de elaborar una meta de ejecución de viviendas sociales, entregando para ello una serie de herramientas excepcionales. Dentro de este marco, el gobierno del Presidente Boric comprometió 260.000 viviendas (40% de la necesidad total de 640.000 unidades).
¿Cómo va el avance del plan y cuántas viviendas iniciadas le heredará a la siguiente administración? Dato: el gobierno del Presidente Piñera, sin las herramientas del PEH, construyó 210.000 viviendas en cuatro años, dejando otras 124.410 en ejecución. Dada la forma en que funciona el Minvu -donde las obras inician y terminan independiente del ciclo político- la meta del mandato del Presidente Boric es construir 260.000 viviendas, de las cuales la mitad fueron iniciadas ya en el gobierno anterior, pero también dejar al menos la misma cantidad (125.000) ya iniciadas para el próximo gobierno. De otro modo, habría un retroceso.
Es probable que esto no ocurra. A raíz de los datos del último reporte del PEH publicado por el Minvu, a junio de 2024 hay 126.750 viviendas terminadas, un 48,8% de la meta, pero nos encontramos ya pasados la mitad del actual mandato: hay un atraso en la ejecución. Hay 124.591 más en obras, que según el Minvu estarían terminadas a marzo del 2026, pero el 38,3% de ellas tiene menos del 25% de avance. Hay un riesgo alto. A pesar de las herramientas excepcionales del PEH y del mayor financiamiento del Minvu, lo más probable es que se termine una cantidad parecida a la de la administración anterior, lejos de la meta comprometida, pero además con una baja importante en las viviendas en ejecución para terminarse en el siguiente período. La primera alarma de esta realidad la entregó el mismo Presidente Boric en su última cuenta pública, donde señaló que la meta es dejar 100.000 viviendas en ejecución para el próximo gobierno, lo que representa 25.000 viviendas menos que las que heredó su propia administración en marzo del 2022.
Hacerse cargo de esto ahora es importante, ya que tendrá consecuencias en la cantidad de viviendas listas en los años que siguen. Dos cuestiones pueden revisarse: la primera es mejorar los reportes de avance, desagregándolos por proyectos y comunas, permitiendo que la sociedad civil (universidades, fundaciones, gremios) y sobre todo el Congreso monitoree el progreso en detalle. Y, sin duda, adelantar la discusión sobre la vigencia de las normas excepcionales del PEH (que termina en diciembre de 2025), pero que debería extenderse a un próximo gobierno.
La política pública en tema de vivienda debe mirarse en el largo plazo. En esta posta de esfuerzos para superar la crisis, mirar esta realidad no es buscar puntos políticos ni encontrar responsables. Por el contrario, se trata de encontrar, entre todos, los caminos para que el sueño de tener una casa vuelva a ser una realidad.
Por Ricardo Abuauad, decano Campus Creativo UNAB, profesor UC y Michael Comber V., arquitecto y coordinador Movimiento Chile con Casa