Columna de Rolf Lüders: Consecuencia por favor
En esta columna hemos estado argumentando que para crecer económicamente no basta con las buenas intenciones, sino que se deben implementar las medidas necesarias para, por un lado, generar las oportunidades de inversión, y por el otro, atraer los capitales necesarios para lograrlo.
No es misterio para nadie que en Chile el crecimiento económico -a una tasa que nos permita superar la trampa de los países de ingreso medio- requiere dinamizar muy significativamente la inversión. Afortunadamente tenemos disponibles un arcoíris de potenciales oportunidades de negocios.
Sin embargo, para que estas oportunidades se hagan realidad para bien del país, es necesario que las inversiones requeridas sean rentables, tanto privada como socialmente. Lo último requiere, entre otras cosas, regulaciones (por ejemplo, de tipo ambiental o antimonopólico), que se deben diseñar e implementar sin caer en la permisología. Muy importante es también la existencia de un sistema tributario que no castigue el ahorro y la inversión.
Sobre todo, es necesario reducir al máximo posible la incertidumbre (aleatoriedad sin probabilidades conocidas) económica. Los empresarios están dispuestos a tomar riesgos (aleatoriedad con probabilidades conocidas) y lo hacen a diario. Sin embargo, huyen de la incertidumbre en busca de certezas jurídicas.
Pues bien, durante los gobiernos de la Concertación se logró reducir notablemente la incertidumbre institucional en torno a un sistema de economía social de mercado. Eso permitió el espectacular auge de la inversión. Cuando ese acuerdo político se quebró -sobre todo a partir del segundo gobierno de Michelle Bachelet- aumentó la incertidumbre, lo que contribuyó decisivamente a la reducción de la tasa de inversión y al estancamiento en la productividad.
No es exagerado afirmar que el actual gobierno no ha contribuido absolutamente en nada a disminuir la incertidumbre institucional económica heredada. Paradigmática al respecto es la declaración del Presidente, de que una parte de él quiere derrocar al capitalismo. Plop.
Otro ejemplo notable de inconsecuencia entre las declaraciones y las acciones del gobierno, dando origen a mayor incertidumbre, se dio hace unos días en el ámbito del Chile Day. En el mismo evento en que el ministro de Hacienda, para atraer inversión, resaltaba las bondades de la certeza jurídica chilena, el ministro de Energía se defendía de las acusaciones -indirectas- de los Pequeños Medios de Generación Distribuida (PGMD) y de la Asociación de Energías Renovables (ACER) de la propuesta de un aumento tributario discriminatorio para financiar parte del subsidio a las tarifas eléctricas. Aunque dicho cambio en las reglas del juego finalmente no se produzca, el efecto de la propuesta sobre la incertidumbre económica será potente.
Por Rolf Lüders, economista
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