SEÑOR DIRECTOR:
Hace unos días, el Ministerio de Educación comunicó lo que en principio es una buena noticia: la exclusión educativa -mal llamada “deserción escolar”- ha disminuido de 1,66% a 1,57%. Esto significa que, entre 2023 y 2024, el abandono bajó en 3.300 estudiantes. De 50.800 a 47.500 niños, niñas y jóvenes.
Sin ánimo de desestimar este dato, nos preguntamos: ¿de qué magnitud fue el abandono escolar previo? Ese que desconocemos porque la cifra con que contamos está absolutamente desactualizada.
A mediados de 2021, el Mineduc informó que alrededor de 227 mil estudiantes no se encontraban matriculados en la educación formal. Fue la tercera vez desde 2013 y la última en que las autoridades transparentaron este importante dato. Por desgracia, es información poco significativa, considerando que hoy la matrícula escolar se estima en 3,5 millones de estudiantes.
En Fundación Súmate, llevamos más de 30 años trabajando alternativas de educación formal y no formal, flexibles, atractivas y de calidad para los que no se encuentran asistiendo a la escuela, principalmente por factores de exclusión escolar. Como la pobreza.
Es difícil abordar la tarea cuando no se cuenta con información respecto a cuántos, quiénes son y dónde viven esos excluidos. ¿Serán aún 227 mil los marginados?
Mostrar un descenso comparativo entre los dos últimos años, deja la impresión de que el problema se está atenuando, pero, sin duda, es un dato insuficiente. ¿Cómo abordar la problemática a nivel estatal si se desestima a los miles de estudiantes que fueron excluidos desde la anterior cifra conocida? Urge transparentar el número acumulado. Otra cosa es hacernos trampa.
Vanessa Mac Auliffe
Directora de Educación Súmate
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