Desafíos constitucionales en el contexto laboral

RESTORANTES EN PLAZA EGAÑA ÑUÑOA
03.09.2020 FOTOGRAFIAS BARES Y RESTORANTES EN SECTOR DE PLAZA ÑUÑOA, TRAS REAPERTURA DE COMERCIO NOCTURNO, SIENDO PARTE DE LA POBLACION COMIENZA UNA NUEVA FASE DE TRANSICION, CONTROLES DE TEMPERATURA, USO DE MASCARILLAS, LOCALES UBICADOS EN SUBTERRANIO A POSTAS DE MUNICIPALIDAD DE ÑUÑOA, REABREN AL PUBLICO, TRAS SALIR DE CONFINAMIENTO. FOTO: PATRICIO FUENTES Y./ LA TERCERA CORONAVIRUS - COVID 19 - PANDEMIA - EMERGENCIA SANITARIA - PLAN PASO A PASO - DESCONFINAMIENTO - ESPACIOS PUBLICOS - GENTE - PUBLICO - TERRAZAS

Como empleadores debemos entender que la rentabilidad no es la única máxima por la cual regirnos, sino que ser capaces de dar el espacio y las condiciones para el desarrollo y una relación donde todos los stakeholders se vean beneficiados.



Nuestro país decidió avanzar en proceso de revisión y elaborar una nuestra Constitución, a partir de esto se abre una importante instancia de levantamiento de aquellos temas que deben estar presentes y ser revisados en esta construcción de nuestro nuevo pacto social. Desde mi rol como Gerente General de Mutual de Seguridad, creo que ésta debe ser una instancia que nos permita seguir construyendo una mirada donde los trabajadores de Chile estén seguros y protegidos en su contexto laboral, y, por su puesto, en su espacio personal. En este sentido, debemos tener cuidado de no creer o pensar que todo lo que veníamos haciendo como país estaba errado; en este ámbito no podemos partir de cero, porque hay cientos de cosas en las cuales hemos sido exitosos como país y no podemos perderlas.

Sin ir más lejos, la dura pandemia del Covid nos ha venido a ratificar la necesidad de seguir avanzando en un sistema de seguridad y salud laboral eficiente y, que, de forma permanente, se vaya desafiando y perfeccionando. La protección de la vida y salud de cada uno de los trabajadores debe ser intransable, por lo que las reglas del juego que definamos y, con las que enfrentaremos como país y sociedad los desafíos venideros, debe seguir dándole a esto un valor prioritario.

Desde los inicios de la humanidad, vivir y trabajar ha estado sujeta a distintos riesgos, ya lo entendemos como algo normal de la vida de cada uno de nosotros, pero creo que la pandemia que nos ha tocado vivir durante el 2020, nos ha mostrado con fuerza por primera vez, la existencia de riesgos colectivos, presentes en la relación con los otros, por lo que las medidas de prevención y de protección frente a los riesgos a los que estamos expuestos ya no son sólo personales, pasando nuestra responsabilidad personal, la adopción de las medidas de cuidado y contención frente al virus es una tremenda contribución para la seguridad y salud del colectivo al que pertenecemos.

El impacto del Covid en el mundo del trabajo ha superado cualquier expectativa, o experiencia previa que teníamos, afectando no sólo en el nivel de ingresos de las empresas y de las personas, sino que afectando o distorsionando lo que entendíamos como relación laboral. El sentido del colectivo, de que los trabajadores no sólo son parte del aparato productivo, sino que se vio más presente que nunca que son elementos fundamentales en la construcción de la cultura de seguridad, de la contención de los riesgos a los que nos podemos ver expuestos.

A la vez, se nos ha hecho evidente que la relación empleador - trabajador no puede estar sólo marcada bajo la premisa que la remuneración es el único beneficio u obligación de un contrato de trabajo. El trabajo tiene un alcance mucho más amplio; y, debemos ser capaces de relevar estos elementos. El hecho de ser parte de un colectivo donde pasamos muchas horas de nuestras vidas y donde nos desarrollamos en distintos ámbitos de la persona humana.

Lo anterior, es válido para trabajadores y empleadores. Como trabajadores debemos ser capaces de comprender que tener un trabajo no es sólo tener ingresos o un sueldo a cambio de mis servicios. Sino que también tener un trabajo es tener un espacio de realización personal, una forma en la que puedo ir construyendo mi propia identidad, es una oportunidad para ir desarrollándome en diferentes aspectos de la vida. Nuestros lugares de trabajo son espacios donde compartimos con otros, hacemos amigos que muchas veces sentimos incluso como parte de nuestra familia extendida. Aprendemos a trabajar colaborativamente para el logro de objetivos comunes, donde muchas veces nuestros objetivos personales son puestos en un segundo lugar frente a los logros del equipo. También son espacios donde podemos compartir las alegrías, logros y también las penas y frustraciones de cada una de las personas con las que compartimos. Como vemos es mucho más que un sueldo, por eso debemos cuidarlo, protegerlo y aprovecharlo.

Por otra parte, ser empleador, no es sólo pagar las remuneraciones y cumplir con los mínimos que me establece la ley para explotar un determinado giro y tener personas a mi cargo, debo buscar dar las condiciones para que las personas encuentren todo lo que describí anteriormente. Como empleadores debemos entender que la rentabilidad no es la única máxima por la cual regirnos, sino que ser capaces de dar el espacio y las condiciones para el desarrollo y una relación donde todos los stakeholders se vean beneficiados.

Así, creo que la nueva Constitución deber comprender y regular el trabajo en la dirección antes señalada; no sólo como un medio de financiar la vida que cada uno de nosotros decida, sino también como un espacio de construcción de la sociedad en la que queremos vivir y, donde la seguridad y salud laboral debe ser un principio estable y permanente que debemos cautelar.

-El autor es gerente general de Mutual de Seguridad CChC

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