Dudas sobre desvinculación y asistencia escolar

deserción escolar

Si bien el informe que ha presentado el Ministerio de Educación indica mejoras en ambas variables, una mirada más acuciosa de las cifras abre una serie de interrogantes acerca del verdadero impacto de las medidas que se han adoptado.



Recientemente el Ministerio de Educación presentó un informe relativo a la asistencia y desvinculación escolar durante el presente año. Entre las conclusiones la autoridad destacó una mejora en la asistencia promedio respecto a 2022, así como una caída en la inasistencia grave, las que en todo caso se mantienen aún muy lejos de los niveles prepandemia. Del mismo modo, se informó sobre el aumento de la deserción o desvinculación, que se sitúa en el peor nivel de la última década.

Si bien es apropiado que esta cartera realice rendiciones periódicas sobre cómo avanza su Plan de Reactivación Educativa, las cifras difundidas, así como declaraciones de las propias autoridades, dejan una serie de interrogantes que por ahora impiden determinar con rigor cuál ha sido el impacto real de las acciones que se han estado tomando para mejorar la asistencia y la revinculación de estudiantes, así como de los recursos destinados a ello.

En primer lugar, porque se sostuvo que las cifras de matrícula corresponden al mes de agosto, lo que significa que éstas son insuficientes para sacar conclusiones respecto al año completo. Más aún cuando el mismo Secretario Ejecutivo para la Reactivación Educativa precisó que aún se requiere conocer lo ocurrido durante el segundo semestre, que es cuando se desplegaron los revinculadores en terreno. Si es que aún no se ha ejecutado el grueso del plan, es discutible que los supuestos avances se atribuyen a éste.

Asimismo, resulta contradictorio que se hable de avances porque se logró revincular a estudiantes que habían desertado el año pasado, siendo que en el total el número que ha salido del sistema viene creciendo y no disminuyendo. Sin duda es positivo que se logre atraer estudiantes recientemente desvinculados, evitando que el plazo del tiempo dificulte su reinserción, pero si en paralelo el número de alumnos que abandona sigue creciendo, entonces cuesta presentarlo como buenas noticias.

También surgen dudas respecto a los datos sobre la asistencia escolar, pues al revisar lo que ocurre mes a mes se encuentra que en los primeros meses del año se superó el nivel de 2022, pero conforme avanzó el primer semestre la cifra fue empeorando, para ubicarse por debajo de éste. Ello sugiere que, más allá de lo que muestran los promedios, el problema detrás de la inasistencia no sólo sigue presente, sino que es más profundo de lo que se cree y requiere por lo tanto de estrategias mucho más eficaces.

La entrega de esta información refleja la necesidad de tener datos más precisos y completos sobre el avance en la implementación y el impacto que está teniendo el Plan de Reactivación. Dado el alcance del deterioro que ha sufrido el sistema educativo, es fundamental conocer a qué porcentaje de los establecimientos y estudiantes están llegando los apoyos, y entre quienes los han recibido, qué mejoras -en caso de haber- se han observado y son por lo tanto realmente atribuibles al plan.

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