Efecto wallmapu

Izkia Siches

Su desempeño en la cartera de Interior tiene mucho de su propia historia y estilo, y encontrará la manera de compatibilizarlo con sus obligaciones de Estado. Donde sí puede haber un riesgo es que su equipo intente proyectarla como una figura presidencial. Ese error se cometió antes en varias ocasiones, con resultados funestos.



Ad portas de la primera visita de Estado del Presidente Boric a Argentina, la polémica ardió al otro lado de la cordillera, por las expresiones de la ministra del Interior, al denominar Wallmapu a la zona con presencia mapuche en el sur de Chile. Lo que no reparó la ministra, pese a ser advertida, que dicha denominación incluye zonas que hoy están bajo soberanía argentina, y que en ese país han ocurrido también conflictos con comunidades mapuche. El borde peligroso de la soberanía nacional en juego llevó a una declaración de protesta de varios parlamentarios, incluyendo a oficialistas. Las explicaciones no parecieron suficientes, y fue necesaria la intervención de la canciller Urrejola, que de nuevo partió rauda a apagar el fuego.

Algunos trataron de emular sus declaraciones con las ya famosas alegoría de las flores del exministro de Hacienda, o la arenga a levantarse más temprano que hizo en su momento el ministro Fontaine; que terminaron de incendiar la pradera en una semana que había subido el precio del metro. También hubo otros que juntaron este error diplomático a otras declaraciones atrevidas de la ministra, tratando de instalar que no había dedos para el piano.

Todo esto además se junta con una campaña desatada en el espacio digital, de manera coordinada, y por tanto dirigida por profesionales con acceso a una gran cantidad de recursos que busca instalar de manera ofensiva que las autoridades del nuevo gobierno no tienen las habilidades necesarias para las funciones de Estado. El yerro de Siches les permitió a los estrategas de redes sociales anti gobierno amplificar sus mensajes durante toda la semana, incluyendo además ataques ante el hecho obvio y natural que la ministra viajara a la región de La Araucanía con un familiar de apoyo, debido a su condición de madre lactante.

La pregunta, más allá de las contiendas políticas y las campañas planificadas para desprestigiar el gobierno, es si hay un efecto Wallmapu que marcará a la doctora en toda su gestión. Hay que recordar que la doctora no es solo la primera mujer en el puesto, sino la primera independiente desde que volvió la democracia. Todos sus antecesores tenían una fuerza política que los respaldaba a diferencia del caso actual, donde varios partidos resintieron su nombre en un cargo tan relevante. Probablemente eso llevó a la autoridad a elegir un equipo de fieles, muchos de ellos fogueados durante su presidencia en el Colegio Médico, y por tanto reseteados para solamente destacar la figura de la ministra, sin ver todo el contexto.

Otro dato anterior a su nombramiento es su estilo claro y directo del que hizo gala varias veces durante su presidencia del Colegio Médico, además de su capacidad de descolocar a propios partidarios, cruzando fronteras. Dos ejemplos de ello es su entrevista al podcast La Cosa Nostra, donde criticó de manera coloquial la estrategia sanitaria del gobierno, incluyendo un acto poco protocolar de comunicación no verbal que se ha convertido en un meme. También fue muy comentado en su momento, su reunión con José Antonio Kast, con alabanzas incluidas a su programa de salud. Su desempeño en la cartera de Interior tiene mucho de su propia historia y estilo, y encontrará la manera de compatibilizarlo con sus obligaciones de Estado. Donde sí puede haber un riesgo es que su equipo intente proyectarla como una figura presidencial. Ese error se cometió antes en varias ocasiones, con resultados funestos.