El círculo de la violencia
SEÑOR DIRECTOR:
Conmoción mundial ha causado el caso de Gisèle Pelicot, mujer que fue violada por más de 50 hombres durante más de 10 años, mientras era su marido quien la drogaba y propiciaba estos encuentros. Esta semana, su excónyuge prestó declaración en el juicio y reconoció la totalidad de los hechos : “Soy un violador, como todos los demás, que sabían todo”.
Al inicio de su declaración, el acusado reconoció que cuando tenía 9 años había sufrido abusos sexuales; que a los 14 años había presenciado una violación, y que le intentaron hacer partícipe de los abusos que su padre propinaba a su madre.
De ser cierto lo que relata, es evidente que los antecedentes de abuso infantil no lo eximirán de su responsabilidad penal ni social. Pese a ello, este caso pone en evidencia que el daño producido en la infancia, sin la intervención adecuada, puede ser un factor de riesgo para desarrollar conductas violentas con posterioridad. Si bien la victimización infantil no tiene como destino ineludible la delincuencia, estos hechos nos deberían animar a centrar nuestros esfuerzos en velar por infancias libres de violencia. La debida protección y reparación, proveniente del Estado de Chile y también de la sociedad, puede permitirnos interrumpir este círculo que, si no se detiene oportunamente, solo engendrará más violencia.
Elvira Vergara S.
Abogada y criminóloga
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