Por Tomás Rau, profesor asociado y director del Instituto de Economía de la UC
La actividad económica ya supera su nivel pre pandemia y pre estallido social. Con el sorprendente incremento de 20,1% en junio, el Imacec superó su registro de septiembre de 2019.
Sin embargo, hasta junio de este año, la creación de empleo estaba absolutamente estancada con algo más de 1 millón de empleos faltantes respecto a la situación pre pandemia, de acuerdo con las cifras del INE y 1,4 millones según el estudio Empleo-Covid-19 UC. Las razones esgrimidas del estancamiento eran, en ese entonces, las restricciones de movilidad, el cierre de escuelas, el temor al contagio y las ayudas del Estado como el IFE más los retiros de las AFP.
No obstante, para el mes de julio, el Centro UC de Encuestas y Estudios Longitudinales muestra cifras récord en la creación de puestos de trabajo. Solo en dicho mes se crearon un poco más de 462 mil empleos. Para poner en perspectiva este dato, en el segundo gobierno de la Presidenta Bachelet se generaron cerca de 500 mil puestos de trabajo en 4 años según datos del INE. En consecuencia, el nivel de empleo generado en julio es extraordinario y no tiene parangón.
Cabe señalar que la creación de 462 mil empleos ocurre a pesar del fuerte estímulo de liquidez proporcionado por los retiros y el IFE. Es probable que las razones detrás de este aumento vengan por el lado de la relajación de las medidas de confinamiento y el exitoso proceso de vacunación que explicaría la fuerte caída del temor al contagio reportado en la última encuesta Cadem. En la medida que la situación sanitaria mejore, que se siga abriendo la economía, y que aumente la presencialidad en jardines y colegios (que incentiva la participación laboral femenina), deberíamos seguir observando mejoras en las cifras de empleo.
Sin embargo, diversos sectores han reportado escasez de mano de obra, lo que estaría atentando contra una recuperación más vigorosa del empleo. Esto se ve reflejado en el aumento sostenido de vacantes de trabajos en los últimos meses. Por ejemplo, el Índice de Avisos Laborales en Internet del Banco Central alcanzó en julio su mayor nivel desde 2015, triplicando su registro de julio de 2020. Transformar las ayudas estatales en incentivos al empleo será crucial para la recuperación del empleo y el IFE laboral apunta en esa dirección.
Por último, el Informe de Percepciones de Negocios del mismo Banco muestra que, si bien las perspectivas de negocios han mejorado, las empresas avizoran una recuperación del empleo más lenta que la de la actividad económica. Esto último debido tanto a mejoras de eficiencia como a decisiones de retrasar la contratación hasta que se despejen elementos de incertidumbre que no tienen que ver con la pandemia, sino que con el recrudecimiento de la violencia y la situación política. Recuperar el derecho humano del trabajo no tiene “partido” y debiese ser la prioridad número uno de gobierno y oposición.
