El nuevo destino del 6% de cotización adicional
La distribución que propone el gobierno, donde solo un 2% iría la cuenta individual -la que recién se materializaría hacia fines de la década-, y un punto para financiar las salas cuna, ya adelanta una difícil negociación política en el Congreso.
Después de una prolongada pausa en la tramitación de la reforma de pensiones del gobierno, el Ministerio del Trabajo dio a conocer las indicaciones que había adelantado el lunes, las cuales abarcan una serie de materias, entre ellas el destino que tendrá la cotización adicional de seis puntos, confirmándose que de estos, solo dos irán a la cuenta de capitalización individual, mientras que los otros cuatro se destinarían a financiar un seguro social y un fortalecimiento de salas cunas y expectativas de vida de la mujer, todo lo cual anticipa complejas negociaciones políticas en el Congreso.
Llama la atención que de los dos puntos destinados a la cuenta individual, recién el primer punto se haría efectivo el año 2029, y el segundo el 2030, una vez financiados los cuatro puntos del componente solidario. Esta forma de distribución genera ya una primera interrogante, y es si todo este tiempo que dichos fondos dejarán de estar en la cuenta individual, y por tanto sacrificando parte de la rentabilidad esperada, es la mejor forma de maximizar la pensión de los trabajadores.
Hay también todo un debate entre los expertos si el hecho de que la propuesta mayoritariamente contemple un componente solidario podría en los hechos implicar un impuesto al trabajo que termine afectando negativamente nuestro ya debilitado mercado laboral, acrecentando el grave problema de informalidad que ya enfrentamos. En ello también se han hecho ver cuestionamientos sobre la pertinencia de destinar un punto a fortalecer el empleo y formalidad de las mujeres por medio del financiamiento de la sala cuna universal, como también para compensar el efecto de su mayor expectativa de vida.
Respecto de este último aspecto, cabe recordar que el 2018 se ingresó un proyecto de ley -que posteriormente se modificó el 2021- con el objetivo de financiar el cuidado de los hijos por parte de madres y padres trabajadores, contando con su propio mecanismo de financiamiento para financiar el derecho a sala cuna, de acuerdo con una proporción definida según el tamaño de la empresa.
Dada la relevancia que tiene la sala cuna universal y otras políticas para promover la formalidad de las mujeres, es fundamental que el Ejecutivo lidere una discusión por medio del proyecto de ley respectivo, procurando que su mecanismo de financiamiento no sea contradictorio con el objetivo buscado, que es favorecer el empleo y la formalidad de las mujeres.
A la luz de las consideraciones anteriores resulta una decisión desafortunada del Ejecutivo incorporar una sorpresiva fórmula de distribución de la cotización adicional que, a la luz de las reacciones iniciales, distancia aún más las posiciones para alcanzar un acuerdo. Sobre todo, considerando que estamos frente a una reforma de pensiones que lleva más de ocho años de una compleja discusión, bajo tres gobiernos y proyectos distintos. A esta altura no deberían existir espacios por parte del gobierno para sorprender con propuestas y dilatar más este debate.
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