El nuevo escenario laboral
Un reciente estudio que hicimos con CADEM, muestra que existe un temor de volver a trabajar, pero una vez que se retoma la actividad, este baja de forma drástica.
Desde ya hace algunas semanas como país hemos comenzado el proceso de desconfinamiento. Los principales indicadores sanitarios han mostrado mejoras significativas en algunas comunas del país, que nos han permitido comenzar a transitar “Paso a Paso” hacia una nueva realidad donde el virus sigue estando activo y presente, pero donde vamos retomando nuestras diversas actividades en esta nueva forma de vivir y trabajar, donde la prevención de contagio con medidas tanto de higiene, organizacionales, como aquellas de responsabilidad personal pasan a ser el eje central.
En este nuevo contexto, un aspecto central de la discusión ha estado en el retorno presencial a los lugares de trabajo. Muchos estudios se han presentando en estos días relacionados con la cantidad de empresas que han decidido volver al trabajo presencial y otras tantas que han decidido mantener el trabajo a distancia por un tiempo más, a pesar de estar en comunas en fase 2 o 3. En este sentido, la pregunta que me parece interesante que nos hagamos es el ¿para qué y por qué volver?.
Hoy, muchas empresas están bajo el formato remoto o teletrabajo, lo que ha dejado al trabajo presencial, en muchos casos, como una respuesta a la necesidad de sobrevivencia, tanto para la organización que necesita generar ingresos como para sus trabajadores que dependen de su sueldo. Sin dudas, los beneficios de la ley de protección del empleo ha permitido subsistir a muchos de estos trabajadores, pero sabemos que esa situación es insostenible en el tiempo. A partir de esto, surge el dilema también en ¿qué pasa con las empresas que pueden mantenerse con formatos de trabajo remoto?, ¿qué costos o beneficios conlleva realmente el mantenerse en trabajo remoto?.
Para responder la pregunta anterior, creo que lo primero es dilucidar si acaso el sueldo es el único beneficio del trabajo o no. Mi respuesta a priori fue No, pero a partir de la revisión del escenario país, tanto de empresas como trabajadores que están tomando estas decisiones, parece que mi respuesta no es tan aislada. Cada día oímos con más frecuencia lo importante que ha sido para muchas personas comenzar una nueva rutina: con horarios controlados y espacios destinados de manera específica a cada rol. De alguna manera, el trabajo presencial nos permite volver a sentir que tomamos el control del día, dedicando horarios y lugares específicos a cada uno de los roles que nos toca cumplir. Y eso nos hace bien ya que nos ayuda desde lo anímico, la concentración, entre otros.
Lo potente que resulta para todos el simple hecho de volver a ser parte del colectivo, donde en nuestro lugar de trabajo, logramos construimos relaciones con otros, sentimos que colaboramos para el logro de objetivos comunes, estamos disponibles para acompañar a quienes lo necesitan y podemos compartir las alegrías y logros de nuestros equipos como los de cada una de las personas en lo particular. En los lugares de trabajo también se está escuchando, y con bastante frecuencia, “los echaba de menos”, “necesitaba tomarme un café contigo”, “que bueno es escuchar tu risa” … y muchas otras frases que reflejan, y que me hacen estar convencido, de que el trabajo es mucho más que el sueldo. Es realización personal, construcción de mi identidad, desarrollo y crecimiento, es la construcción del colectivo, del pertenecer, y seguramente cada uno de nosotros puede continuar enumerando aquellas cosas que considera son relevantes.
Un reciente estudio que hicimos con CADEM, muestra que existe un temor de volver a trabajar, pero una vez que se retoma la actividad, este baja de forma drástica. Por los beneficios que este conlleva, así como por el arduo trabajo que se ha realizado entre empresas y trabajadores, para adecuarnos a este nuevo escenario.
Por lo mismo, cuando tomemos las decisiones respecto del retorno al trabajo presencial no sólo debemos considerar todos los protocolos sanitarios y medidas preventivas que nos permitan evitar el contagio, sino también es importante poner en la balanza, todas aquellas “ganancias” que cada una de las personas con las que compartimos nuestro lugar de trabajo está alcanzando, solo por el hecho de hacer aquello por lo que nos pagan.
Como dijo el Padre Alberto Hurtado, debemos comprender el trabajo, no es sólo un medio de ganarse la vida, sino también el ejercicio de una misión social. El trabajo dignifica y alimenta el alma de las personas, es parte integral de nuestras vidas. Bajo este sentido, la invitación es a seguir avanzando juntos para recuperar nuestros lugares de trabajo, hemos visto grandes y potentes esfuerzos por parte de empresas y trabajadores, que demuestran que es posible, como Mutual de Seguridad, lo hemos dicho ya en reiteradas oportunidades, si es posible Trabajar y Vivir con Coronavirus y como personas lo necesitamos.
-El autor es Gerente General de Mutual de Seguridad.