Emergencia y libertades individuales
Para lograr el compromiso de la ciudadanía frente a la crisis sanitaria, es importante que la autoridad explique adecuadamente las restricciones que imponga a las libertades individuales.
En un plazo relativamente breve -no más de dos semanas-, la estrategia gradual de las autoridades de gobierno para hacer frente al aumento de los contagios de Covid-19 -1610 casos hasta el día viernes- y las primeras muertes por esta causa, ha avanzado en sus distintas fases, alcanzando actualmente la cuarentena total en siete comunas de la ciudad de Santiago, y un cordón sanitario alrededor de ella. Una situación que se suma a cordones de esa naturaleza en torno a la ciudad de Chillán, San Pedro de la Paz, la provincia de Chiloé, aduanas sanitarias en distintos puntos del país y el anuncio de cuarentena, a partir del sábado en la noche, para Temuco y Padre las Casas.
Es un escenario que ha seguido un derrotero que la autoridad de Salud anticipaba al señalar que “un número muy importante de ciudadanos no ha entendido lo que significa la cuarentena, que es quedarse en su casa” y “si no hay un cambio de actitud, vamos a estar obligados a tomar medidas de cuarentena o de barrera sanitaria mucho más estrictas”. El punto alcanzado da cuenta de que, para parte de la población, la prevención a la que se llamaba aparecía más como una novedad que como un llamado a la corresponsabilidad social para hacer frente a la incertidumbre sanitaria. Muchos mantuvieron sus rutinas normales, actividades sociales, deportivas y de recreación acostumbradas, sin sopesar que manteniendo su exposición a contactos sociales, sin el necesario distanciamiento social incrementaban el riesgo y exponían a los servicios de salud a un eventual aumento de la carga, con los riesgos que ello implica. Las razones que explican lo anterior, deben evaluarse adecuadamente sin caer en simplificaciones que en nada contribuyen a enfrentar la crisis.
Si bien la autoridad tiene las facultades para fijar mayores restricciones si lo estima necesario, es importante alcanzar un correcto equilibrio entre ese objetivo y el cuidado de las libertades individuales, que son la esencia de toda sociedad democrática. Existen mecanismos establecidos por ley que permiten velar por el respeto y observancia de esas libertades y derechos de los ciudadanos, como también por que estos sean reparados o restaurados en caso de vulneración; y la Constitución contempla situaciones que permiten a las autoridades limitar esas libertades, aunque solo en casos excepcionales. Por ello, cualquier limitación que se imponga debe no solo regirse por ese marco sino que, además, ha de ser explicada adecuadamente para comprometer a la ciudadanía en la búsqueda de una solución, en especial ante la actual emergencia sanitaria que enfrentamos. Actuaciones arbitrarias o no comunicadas correctamente terminan generando el efecto contrario.
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