FES: ¿impuesto, crédito u otra cosa?

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FES: ¿impuesto, crédito u otra cosa? Andres Perez


SEÑOR DIRECTOR:

Existe un viejo proverbio jurídico que señala que “los contratos son lo que son, y no lo que las partes dicen que son”. En términos más coloquiales, le podemos poner otro nombre, pero si el bicho tiene cola de pato, camina como pato, y grazna como pato, entonces seguramente es un pato. Algo parecido sucede con el nuevo sistema de financiamiento universitario propuesto por el gobierno, conocido como FES.

Todo indica que estamos ante un viejo y común impuesto. No es usual que los obligados a pagar ese tributo reciban una contraprestación del Estado; sin embargo, esa precisión es interesante únicamente para disquisiciones jurídicas. Desde la óptica de quien paga, ya que no hay capital a pagar, no hay tasa de interés, ni se amortiza la deuda con cada pago, opera como impuesto.

El ministro Marcel no está de acuerdo. Dice que no estamos ni ante un impuesto ni ante un crédito, sino que ante un “fondo revolvente”. Un fondo revolvente es una estructura financiera que se financia normalmente a través de los pagos que hacen los deudores de cada crédito. Por lo tanto, si se trata de un “fondo revolvente”, cada deudor del FES debiese tener claridad del capital que adeuda, la tasa de interés aplicable y un calendario de pagos claro y transparente, como lo establece la ley.

Parece impuesto; no hay deuda, como en un impuesto; es progresivo, como muchos impuestos, y es redistributivo, como un impuesto. Entonces, bien podríamos decir que es un impuesto y empezar a llamar las cosas por su nombre.

José Antonio Valenzuela

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