Financiamiento de educación superior

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SEÑOR DIRECTOR

De aprobarse la solicitud realizada por cinco instituciones de educación superior (IES) de traspasarse a la gratuidad, le costaría al Estado 47 millones de dólares anuales. Y es de esperar que las tremendas dificultades de pago que la pandemia ha provocado lleven a que más instituciones opten por el mismo camino. Si las cuatro IES con mayor matrícula dentro de las que cumplen con los requisitos adscribieran a la gratuidad, el gasto fiscal podría aumentar de forma permanente en más de 200 millones de dólares anuales.

En un contexto donde se avecina una crisis económica sin precedentes y donde el gobierno ha promovido un mayor cuidado de las arcas fiscales, sería incongruente e irresponsable incrementar de forma excesiva y permanente el gasto en educación superior, sobre todo teniendo en cuenta el largo listado de prioridades sociales que impone la pandemia.

Un préstamo solidario con 0% de interés otorgado por el Estado permitiría ayudar a las familias y evitar una crisis de las instituciones, comprometiendo de manera más sustentable los fondos fiscales ya que el gasto sería transitorio y de una magnitud mucho menor.

Es un buen momento para repensar nuestros mecanismos de financiamiento de la educación superior, antes de que el daño generado sea irreversible.

Sebastián Carpentier

Investigador Acción Educar

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