Grave desacierto del Concejo Municipal de La Pintana

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La decisión de un grupo de concejales de haber desechado la posibilidad de que se instalara una sede del DuocUC es una muestra elocuente de cómo la mala política daña a la población.



Esta semana, el Concejo Municipal de La Pintana rechazó -por un voto-la entrega de un terreno en comodato por 50 años -prorrogables por otros 15- a la Fundación Instituto Profesional DuocUC, la que estaba dispuesta a invertir $16 mil millones para la construcción de una sede de 4.500 metros cuadrados en un paño de la comuna que, por más de 50 años, no ha sido más que un sitio eriazo.

Sorprende la falta de visión -así como la pobre calidad de los argumentos- de los cinco concejales que votaron en contra de este comodato, cuatro de ellos militantes de partidos de la centroizquierda. El rechazo causó perplejidad entre dichas colectividades. Por ejemplo, la dirección regional del Partido Comunista expresó su desacuerdo con el voto en contra del concejal de esa tienda, Juan Bustamante, afirmando que “oponerse a este proyecto es un profundo error”. Los concejales argumentaron la falta de claridad en los términos del comodato y las condiciones de uso del terreno. Sin embargo, estas preocupaciones palidecen ante los beneficios directos que un proyecto de esta envergadura traería a la comuna. La cuantiosa inversión comprometida no solo habría generado empleo durante la fase de construcción, sino que habría creado un entorno educativo de calidad, accesible y gratuito para los jóvenes de La Pintana y sus alrededores.

La comuna de La Pintana es una de las más pobres de la Región Metropolitana. De acuerdo con datos Casen 2022, ella duplica el porcentaje de personas en situación de pobreza por ingresos y alcanza el indicador más bajo de calidad de vida urbana de la región, según el Observatorio de Ciudades de la UC y la CChC. En la comuna tiene presencia una única institución de educación superior, la Universidad de Chile, con su Campus Sur, principalmente de ciencias silvoagropecuarias. Con certeza, son pocos los jóvenes de La Pintana que estudian ahí. Por el contrario, un 41% de los estudiantes de la comuna que cursan educación superior está matriculado, precisamente, en el Instituto DuocUC. Así, este proyecto acercaba a los más de 40 mil jóvenes que allí habitan un plantel adscrito a la gratuidad y con el máximo nivel de acreditación institucional.

El rechazo a este proyecto no solo priva a la comuna de una inversión significativa, sino que también niega una oportunidad crucial para mejorar la calidad de vida y el acceso a la educación de miles de jóvenes. El terreno, que ha permanecido en un estado de abandono durante décadas, podría haberse transformado en un centro de educación técnica de primer nivel, ofreciendo nuevas oportunidades y acercando su lugar de estudio a una comunidad que ha sido históricamente marginada.

La alcaldesa Claudia Pizarro, quien apoyó firmemente el proyecto, ha señalado que este rechazo es un reflejo de una miopía política que perjudica a la comunidad, mencionando que hubo “pasadas de cuenta”.

La situación de La Pintana es un claro ejemplo de cómo la contienda política puede interponerse en el camino al progreso. La comuna necesita urgentemente inversiones en infraestructura, educación y desarrollo social. Rechazar un proyecto que podría haber sido un catalizador para el cambio es una muestra de cómo la polarización y la desconfianza mutua en la política tienen consecuencias negativas para los ciudadanos, sin que nadie asuma las responsabilidades de una decisión como la que se acaba de adoptar. Los vecinos de La Pintana merecen acciones concretas que mejoren su calidad de vida y les brinden nuevas oportunidades.

El caso que ha afectado a esta comuna es ilustrativo sobre la importancia de que los líderes locales se enfoquen en las necesidades reales de la comunidad a la que representan y trabajen juntos para impulsar proyectos que beneficien a todos, especialmente a los más vulnerables.