Hoy más que nunca, prevenir es mejor que curar
Les comparto una reflexión que puede ayudar a entender mejor lo que se avecina. Se me vino a la cabeza la imagen de la lluvia “matapajaritos”, precipitación primaveral que mata exclusivamente a los pajaritos recién nacidos o muy pequeños.
Una vez que llueve todos nos hemos conmovido con esa imagen. Bueno, este coronavirus es algo parecido. Es una epidemia que mata principalmente a los de más edad y a los que tienen problemas crónicos de salud. Pero a diferencia de la lluvia “matapajaritos”, con esta epidemia algo podemos hacer.
Reducir las interacciones sociales es la principal estrategia de prevención porque reduce la circulación del virus impidiendo que todos se contagien de golpe.
Al tener un gran número de contagiados aumenta el número de personas -sobre todo mayores- que van a hacer la forma más grave: una neumonía por el coronavirus.
En estos casos la disponibilidad de un ventilador en una UCI puede ser la única salvación. Nuestro sistema de salud tiene recursos limitados y un número restringido de camas con ventilador. Los profesionales de la salud en Italia se han enfrentado a terribles dilemas sobre a quiénes asignarle esas camas y a quiénes no, dada la gran cantidad de enfermos simultáneos.
Aprendamos de su experiencia. Cuidemos a nuestros mayores reduciendo al máximo el contacto con otras personas. Todos somos susceptibles de enfermarnos, pero sólo los de mayor edad y quienes tienen problemas importantes de salud sufrirán las peores consecuencias.
Seamos solidarios. Lavémonos las manos regularmente, si tiene síntomas o tuvo contacto con algún infectado aíslese al menos 15 días, evitemos el contacto con otros.
De nosotros depende disminuir el contagio y salvar la vida de las personas que corren mayor riesgo.
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