Importante retroceso en libertad económica
El informe preparado por el Fraser Institute está dando cuenta de una serie de problemas estructurales que debilitan la capacidad de crecimiento y generación robusta de inversión.
El último informe sobre libertad económica en el mundo, elaborado por el Fraser Institute, ha traído desfavorables noticias para Chile. El país retrocedió seis lugares en el ranking global respecto de la medición de 2022, ubicándose en el lugar 30 entre 165 economías. Estos resultados tienen una serie de implicancias. Si bien Chile continúa siendo el país con mejores índices en Sudamérica, en la región ha sido desplazado por Costa Rica. No solo eso, se trata de la peor posición y el peor puntaje que nuestro país registra desde los inicios del ranking, a fines de los 90.
Desde luego que si esto se mira en un contexto global Chile no aparece tan mal, pues desde 2020 la libertad económica en el mundo viene experimentado importantes retrocesos -a medida que va creciendo el tamaño del Estado y se debilitan principios fundamentales como los derechos de propiedad-, según indica el informe, pero es un hecho que si el país se compara consigo mismo estamos experimentando un deterioro que resulta preocupante. Si bien el informe 2023 considera datos a 2021, es poco probable que en los dos años siguientes las variables en las que hemos retrocedido hayan experimentado avances significativos, y considerando que desde 2019 -cuando el país estaba en el lugar 11- se observa un declive constante en el ranking, hay buenas razones para estimar que el deterioro responde a razones más bien estructurales antes que a cuestiones pasajeras.
Al examinar los datos para Chile -en cuya elaboración participa Libertad y Desarrollo-, en la variable de cortes imparciales, derechos de propiedad, policía y crimen se observa que el puntaje cayó desde 6,92 puntos a 6,86 puntos. LyD hace ver que una de las causas que podría estar incidiendo es la decisión administrativa de algunos alcaldes de dejar sin efecto permisos de construcción ya otorgados. Los retiros desde las AFP, aunque fueron una medida muy popular, también tuvieron una incidencia directa en debilitar la protección a la inversión extranjera, pues una de las reformas aprobadas obligó a las compañías de seguros que mantienen contratos de rentas vitalicias -varias de las cuales están en manos de capitales extranjeros- a traspasar recursos a sus afiliados. Retrocesos en el mercado crediticio, laboral y en la intensidad competitiva también han llevado a reducir el puntaje general de nuestro país.
El informe está dando cuenta de una serie de problemas que arrastra la economía nacional, y que han sido largamente diagnosticados para explicar por qué la capacidad de crecimiento y la tasa de inversión se han visto tan deterioradas. En la medida que la economía ha perdido capacidad para generar reglas estables en el tiempo -en ello inciden las actuaciones discrecionales de autoridades locales, los criterios impredecibles de las cortes en materia ambiental y señales de preocupante populismo que provienen de sectores políticos con representación en el Congreso- el daño que ello provoca es evidente. El hecho de que el país tampoco haya podido cerrar el tema tributario y siga abierta la incertidumbre en materia constitucional son factores que complican aún más el escenario.
Los mejores momentos que ha vivido la economía chilena fueron justamente cuando el país generó un marco muy estable para la inversión a largo plazo y la libertad económica constituyó un pilar muy robusto. En la medida que dicho pilar se ha venido debilitando, en la misma medida se han perdido grados importantes de bienestar general.
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