La columna de Matías Concha: Inversión: coherencia y consistencia hacia la descarbonización
" Tenemos la gran oportunidad de poder canalizar masivas inversiones verdes a futuro como ningún otro país en la región. En concreto, en materia de minería, transformación energética renovable e hidrógeno verde Chile está dando importantes señales de ser un referente internacional en materia de descarbonización"
En el último Economist, el Vicepresidente de Nigeria, Yemi Osinbajo, planteaba que los países desarrollados cometían una hipocresía al pedir acciones al mundo subdesarrollado por una mitigación del cambio climático que ellos mismos habían generado y que ni ellos mismos podían solucionar. Las fuertes declaraciones se dan en un contexto en donde el mundo subdesarrollado requiere de urgentes inversiones para mejorar la calidad de vida de las personas que no son un reemplazo de fuentes existentes, sino una masiva inversión en capacidad adicional. El ejemplo que da es que casi un billón de habitantes de la África Subsahariana consume casi la misma energía que un país como España que tiene casi 48 millones de habitantes.
Ahora bien, ¿qué relación tienen estas declaraciones con Chile y nuestro momento? El discurso de un país con bajo nivel de desarrollo en un concierto mundial es parecido a la declaración de un grupo de personas dentro de un país que se ha sentido excluido del desarrollo y necesita urgentemente recuperarse para mejorar la calidad de vida de sus habitantes. En relación a romper esta dinámica, existen tres elementos que es importante destacar:
Primero, así como el calentamiento global exige de una fuerte cooperación entre distintas naciones del orbe en pos de un objetivo en común, en nuestro país requerimos generar un espacio que permita dotar de atribuciones e incentivos para avanzar en la materia. En esta línea, es positivo contar con la sentencia favorable del Tribunal Constitucional sobre el proyecto de ley de cambio climático, así como también un avance importante en la ley de impuestos verdes, lo cual permite contar con un piso normativo para avanzar en la materia.
Segundo, es importante contar con una institucionalidad acorde en materia de emisiones, agua, economía circular y biodiversidad. Es precisamente en estos cuatro ámbitos en donde se debe avanzar hacia una institucionalidad técnica avalada científicamente, la cual debe irse construyendo en el camino en base a las certezas con que contamos y no esperar es posible caer en vacíos interpretativos o judiciales que entorpezcan el normal desarrollo vía inversiones.
Tercero, es preocupante como ha subido la tasa de rechazo a la inversión de proyectos calificados a nivel de DIA y EIA de un rango entre 1% al 5% de los años 2018 al 2021 a una cifra cercana al 62% a partir de marzo del 2022 (o un 17% sin contar el emblemático proyecto Los Bronces). En un contexto en donde se requiere de una masiva inversión verde que cambie la matriz y cumpla con toda la normativa ambiental, es importante validar un camino de sostenibilidad sin caer en un bloqueo de inversión que genere estancamiento, empobrecimiento y frustración.
A diferencia de Nigeria que está fuertemente influenciado por hidrocarburos, Chile cuenta con una serie de ventajas básicas en donde tenemos la gran oportunidad de poder canalizar masivas inversiones verdes a futuro como ningún otro país en la región. En concreto, en materia de minería, transformación energética renovable e hidrógeno verde Chile está dando importantes señales de ser un referente internacional en materia de descarbonización con proyectos que llevan una amplia validación en tiempo y exigencias.
En un ambiente de menor atractivo institucional por motivos de seguridad, estabilidad e incerteza jurídica, es fundamental dar señales claras de promoción de inversión con los resguardos ambientales correspondientes, ya que sin inversión no hay crecimiento en valor y consecuentemente no se genera la tracción que sostiene los cambios y mejora en la calidad de vida de sus habitantes. En esta línea, a nivel de política pública es preferible ordenar, canalizar y promover la inversión transformacional necesaria amparada en un adecuado proceso más allá de generar un bloqueo que impida dar coherencia y consistencia a la verdadera transformación ambiental y social que Chile urgentemente requiere promover.
* El autor es consejero SOFOFA
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