La pandemia acorrala al propio Trump
Se pensaba que “la sorpresa de octubre” -ese evento inesperado en la antesala de las elecciones y que modifica por completo la recta final de la campaña presidencial en Estados Unidos- era la muerte de la jueza liberal de la Corte Suprema, Ruth Bader Ginsburg. Pero no. Se mencionó también que este “evento electoral”, de expansión atómica, era la revelación del diario The New York Times sobre el polémico historial financiero de Donald Trump. Pero no. ¿Podría haber entonces algo con aún más impacto? Sí, que el Presidente contrajera coronavirus, cuando apenas falta un mes para los comicios en los que se juega su reelección.
La “sorpresa de octubre” llegó precisamente en octubre. En la madrugada de hoy, la Casa Blanca informó que tanto Trump como Melania, la primera dama, dieron positivo a un test de Covid-19. Esto, después de que el miércoles ambos estuvieran en contacto en el Air Force One con la asesora Hope Hicks, que contrajo el virus. Trump comenzó a sentirse mal la misma noche del miércoles, después de regresar de un mitin en Minnesota. Recién la noche del jueves, el Ejecutivo informó que Trump había entrado en cuarentena a la espera del resultado del examen.
Que Trump haya dado positivo signfica que a partir de ahora ya nada será igual en la campaña presidencial: las Bolsas se desplomaron y es prácticamente imposible saber si finalmente esto hundirá o elevará al Presidente. Es decir, reina la incertidumbre. Por ahora, Trump -de 74 años- tiene los síntomas de un resfrío. Así, la Casa Blanca intentará transmitir el mensaje de que el mandatario republicano sigue al mando de la nación pese a la enfermedad. Distinto sería si debe ser llevado a un hospital, como ocurrió en el caso de Boris Johnson. Si el Presidente de Estados Unidos, por alguna u otra circunstancia, no puede seguir al mando, quien lo sucede es el Vicepresidente Mike Pence, que dio negativo a un test de coronavirus.
Pero el impacto era tal hoy por la mañana, que también las miradas estuvieron puestas en Joe Biden, el candidato demócrata de 77 años, que también debió realizarse el examen (dio negativo). Esto, porque estuvo en contacto con Trump en el debate la noche del martes en Cleveland, Ohio. De todos modos, para Trump significa un golpe, ya que no podrá hacer campaña en terreno como tanto le acomoda. También parte del electorado observará que el Presidente siempre negó el impacto del coronavirus y finalmente él terminó contagiándose.
Eso sí, en caso de superar la enfermedad sin mayor dificultad, podrá volcar el escenario a su favor, como siempre suele hacer. Además, para los demócratas será difícil atacar a un Presidente enfermo o convaleciente. Por eso, todos los mensajes de solidaridad con su situación, le vienen como anillo al dedo. ¿Se saldrá con la suya?
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