La supermayoría republicana
SEÑOR DIRECTOR:
El triunfo de Donald Trump marca el inicio de una nueva era política en Estados Unidos. Su contundente desempeño electoral le ha otorgado al Partido Republicano el control de las principales instituciones políticas en las funciones legislativas, ejecutivas y judiciales del país.
Con el Senado y la Cámara de Representantes bajo control republicano, además de la Casa Blanca y la Corte Suprema, gracias a las nominaciones realizadas durante su primer mandato, Estados Unidos experimenta ahora una “supermayoría” política. Esto permite a Trump y su partido nominar a miembros del gabinete sin oposición significativa, así como designar nuevos jueces en el más alto nivel del Poder Judicial, lo que abre la puerta a llevar adelante muchas de las políticas prometidas en campaña.
La victoria de Trump no es únicamente electoral. Más allá de la magnitud y movilización inesperadas que caracterizaron su triunfo, este es un momento decisivo en la historia del país de Washington, Roosevelt y Reagan. Ante la derrota de Kamala Harris, los demócratas se enfrentan a la necesidad urgente de reorganizarse, pues carecen de figuras nacionales capaces de hacerle frente a un Trump que goza de una fortaleza política aparentemente inagotable.
Miguel Ángel Fernández
Subdirector académico Faro UDD