Los desafíos para la salud pública en 2025

Cirugia

Superar las abultadas listas de espera o la baja productividad de la red hospitalaria parece ser un asunto sobre todo de mejor gestión antes que de mayores recursos.



El año 2024 estuvo marcado intensamente por la discusión de la ley corta en Isapres, lo que de algún modo contribuyó a invisibilizar los graves problemas que arrastra la salud pública en Chile. Fue evidente que varios hospitales públicos denunciaron la falta de insumos críticos -lo que en algunos casos obligó a postergar intervenciones quirúrgicas o consultas médicas-, una consecuencia derivada de que algunos recintos habían consumido más del 90% de su presupuesto al primer semestre. Probablemente el aspecto más acuciante es que las listas de espera siguen constituyendo el asunto que más afecta la salud de los chilenos. Datos contenidos en un informe que reunió a diversos especialistas -impulsado al alero del Centro de Políticas Públicas e Innovación en Salud, UDD- señala que entre 2020 y el segundo trimestre de 2024, la lista de espera por consulta de especialidad médica creció un 33,1% (de 1.920.545 a 2.555.918 prestaciones), mientras que en el caso de las intervenciones quirúrgicas, las prestaciones en espera aumentaron 28,6% (365.257 al segundo trimestre de 2024).

Afrontar estos problemas será un desafío mayor para las autoridades de salud, y sería un avance importante que para este año las metas autoimpuestas fueran mucho más exigentes. Qué duda cabe que resolver estos nudos reviste importantes complejidades, y aun cuando siempre los recursos se tornarán escasos, no es evidente que la principal razón de dichos problemas radique en la insuficiencia de recursos. El informe Health at a Glance (2023) de la OCDE, muestra que los esfuerzos financieros que realiza el país en esta materia son sustantivos. El gasto en salud como proporción del PIB llega al 9%, que es el promedio del bloque, y es un hecho que el presupuesto en salud ha venido creciendo fuertemente a lo largo del tiempo. Aun así, ello no se traduce en mejoras sustantivas.

Fundamental resulta entonces poner énfasis en materia de gestión, pues es allí donde parece radicar un asunto medular para que la productividad del sector público se traduzca en mejoras significativas para la población. El informe de eficiencia y productividad hospitalaria en Chile, elaborado por la Universidad Andrés Bello, revela que a pesar de un aumento significativo en el presupuesto del sector salud, con un crecimiento del 84% real entre 2014 y 2024, aun así se observa una disminución generalizada en la productividad laboral y la eficiencia del gasto, denotando problemas estructurales de larga data.

La baja tasa de ocupación que se observa en los quirófanos es una de las tantas deficiencias que se han diagnosticado en la baja productividad; también se advierten recurrentes problemas para poder llenar con normalidad todas las vacantes que requiere la red de salud pública, tal como ilustraba un reportaje publicado por este medio, donde al analizar los registros de 2024 se tiene que se han realizado cerca de 3.500 concursos públicos para cargos de médicos, enfermeros y técnicos en enfermería en hospitales, de los cuales el 41% se declaró desierto. Aun cuando en la práctica el sistema encuentra formas de ir suplementando el personal, los problemas para lograr tener cifras aceptables de médicos especialistas en todas las regiones impide avanzar más rápido en achicar las listas de espera.

La interpelación parlamentaria de la que será objeto la ministra de Salud debería ser una ocasión para abrir un debate en profundidad sobre el sistema de salud público y con qué medidas se espera marcar la diferencia este 2025.

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