SEÑOR DIRECTOR:
Noticias acerca de un proyecto de ley prohibiendo la utilización de plataformas digitales con el objeto de lucrar con ellas, ha causado estupor en el sentido de que se trata de un proyecto inconstitucional, pero por sobre todo innecesario y populista. Aprobar una norma de esta naturaleza infringiría garantías constitucionales como la presunción de inocencia, el derecho a emprender y la libertad de expresión, entre varios otros. Pero también me parece que es manifestación de un sentimiento peligroso que permea a parte de nuestra sociedad y que busca el castigo por el castigo, sin mediar reflexión acerca de los objetivos y necesidades del sistema penal.
Como dicen los grandes estudiosos de la penología, la forma de castigar está íntimamente ligada a los valores sociales y culturales, por lo que es necesario detenerse y averiguar qué se busca con esto, ya que también existe consenso en que el castigo, más allá de tener un contenido simbólico retributivo, no logra la mayoría de las veces ningún otro propósito, y muchas veces incluso empeora las condiciones tanto del individuo como del resto de la sociedad.
Por lo anterior, me parece que el camino correcto es justamente el contrario a la propuesta, y que la tarea pendiente consiste en buscar la manera de dignificar la forma de castigar, a través de entregar herramientas como son el trabajo lícito y la posibilidad de educación y capacitación, tanto para imputados y condenados, privados o no de libertad. Solo de esta forma podremos avanzar en la tan necesaria rehabilitación y reinserción de los individuos y en la reconstrucción de familias, comunidades y de toda la sociedad.
Joanna Heskia
Abogada
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