Mesa coja
El lavado de activos sigue siendo un tema pendiente y si bien, no hace mucho se sumaron nuevos sujetos obligados de informar a la Unidad de Análisis Financiero respecto de operaciones comerciales sospechosas de lavado de activos, sinceramente, en esta materia y en todo el sistema de detección de capitales que mueve o pudiera mover el narco, estamos muy a la retaguardia.
El 21 de diciembre se conoció la interceptación de un cargamento de 630 kilos de cocaína proveniente de Iquique tras 21 horas de seguimiento en una operación vigilada por la Fiscalía y Carabineros. Días antes, terribles imágenes mostraban a gente inocente baleada una feria navideña en Maipú. Balaceras e internación de grandes cantidades de droga, ¿están vinculados estos hechos? Sin duda, no están ligados directamente, pero es claro que ambos hechos están de una u otra manera relacionados.
Todo esto coincide con el anuncio de otro proyecto de ley que intenta poner control a los grupos delictuales, aunque la respuesta ha tendido siempre a poner una mesa coja. Y no es una crítica oportunista ni en mala lid, sino que es una constatación de que por lo general vamos bien encaminados, pero al final nos falta una solución que vaya más a las causas que a los efectos.
Está bien aumentar las penas, pero seguimos llenando cárceles sin ofrecer reinserción; está bien dar más atribuciones a las policías, pero con la baja preparación de los efectivos y el lamentable nivel de descrédito en que han caído es difícil ofrecer confianza en el sistema; está bien dar más herramientas a los fiscales, pero si no hay eficiencia en la tarea persecutoria, las tasas de archivo seguirán siendo igual de altas.
El lavado de activos sigue siendo un tema pendiente y si bien, no hace mucho se sumaron nuevos sujetos obligados de informar a la Unidad de Análisis Financiero respecto de operaciones comerciales sospechosas de lavado de activos, sinceramente, en esta materia y en todo el sistema de detección de capitales que mueve o pudiera mover el narco, estamos muy a la retaguardia.
No es deber exclusivo del Estado a través de la Fiscalía o las policías combatir al crimen organizado. Los privados deben hacer lo suyo que es colaborar con la detección de estas prácticas, puesto que es en la actividad privada donde los delincuentes encuentran el refugio para esconder dineros obtenidos de actividades ilícitas. En el banco, en el retail, en la notaría, en la sociedad de inversiones, en la inmobiliaria, en la compraventa de autos y hasta en una ferretería es donde se da la anhelada apariencia de legalidad a la plata sucia.
Muchos son de la idea de que si no están obligados por ley, no es necesario contar con un sistema preventivo de Lavado de Activos. No hay sector económico que esté libre de ser permeado por los dineros del crimen organizado, por lo que un país que busque arrinconar a los narcotraficantes debe pensar no sólo en penas más duras o en más técnicas persecutorias, también debe apuntar al dinero, a los recursos que genera y en cómo cortar sus circuitos, sumando de manera más comprometida al sector productivo y de servicios que son los que posibilitan la entrada de esos recursos a la economía. Eso es cerrar el círculo y para eso, se requiere que todos participen.
-La autora es experta en compliance, prevención de delitos y anticorrupción
Comenta
Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.