Mis últimas y primeras palabras

Marcos Rivas, presidente de Asech

A mi juicio, quienes nos suceden en los cargos de encabezar el gremio tienen una responsabilidad gigante. Se vuelve un imperativo país fortalecer las instituciones que protejan el contexto y las herramientas para desarrollar el emprendimiento.


En lo personal me enfrento a un momento muy significativo de mi vida. Esta es la primera columna que hago como ex-presidenta de Asech. Durante cuatro años tuve el privilegio de representar los sueños y las necesidades de mi sector. Nos tocaron tiempos duros... quizás los más complejos de nuestra historia. Y para nosotros como pymes y emprendedores, devastadores.

El 18 de octubre nos mostró los dolores de Chile, nos hizo muchos más conscientes de las desigualdades y abusos, y quizás ese fue el mayor paso que dimos para entender nuestros problemas profundos. Pero fueron meses difíciles, porque muchas pymes y emprendedores sufrieron saqueos, robos, incendios y violencia, además de que se pararon iniciativas y se dividió nuestro país, algo muy complejo para quienes queremos avanzar con trabajo e ideas.

Justo estábamos en esto cuando se nos vino la pandemia. Ésta nos obligo a parar y a guardarnos. Y eso nos golpeó en el suelo. Por muchas medidas que se tomaran, ninguna sería una bala de plata que nos libraría del sufrimiento. Llegó el hambre y nos quitó la salud, nos alejó de las relaciones y arrasó con los sueños y ahorros. Familias completas se quedaron sin llevar recursos a sus hogares y miles de puestos de trabajo se perdieron. “Acá nadie puede salir a trabajar, por lo que nos estamos muriendo de hambre, no de coronavirus”, nos dijo una socia. “Hagan algo!! Mi padre está perdiendo el trabajo de toda una vida”, era otro tipo de mensajes que nos llegaban.

Tras estas crisis -que aún no acaban- mi convicción es que hoy el sueño del emprendimiento cobra más relevancia que nunca. Puedo asegurar con certeza que, a todos nosotros: a nuestros hijos y nietos, por necesidad o por opción, nos tocará emprender en algún minuto de la vida. Y es por ello que el derecho a emprender se materializa como nunca.

Hoy Asech es uno de los gremios más importantes de este país. Tiene 41 mil socios y es una “cooperativa de luchadores”. Estamos en más de 15 mesas públicas y privadas, trabajando en más de 11 leyes e iniciativas en curso (en su mayoría de apoyo a las actuales crisis). Algunas de las medidas que nos enorgullecen son el Fogape y la ley de protección al empleo. Además, unimos a los gremios pequeños para trabajar todos juntos, impulsamos la Ley Pago a 30 días y logramos la mejor reforma tributaria para pymes, de hasta 75 mil UF, que se ha tenido en la historia. Pero, sobre todo, y lo que más nos enorgullece, es que participamos en generar un cambio cultural en donde el emprendimiento tiene otra consideración. Hoy no es lo mismo ser emprendedor o pyme que hace 5 años. Hoy se nos valora como nunca antes.

El gremio se está fortaleciendo en su institucionalidad: con Virtus Partners se inició la estrategia 2020-2021. Desarrollamos con Hayes Corp un Modelo de Prevención de Delitos. Y con Deloitte auditamos la contabilidad y los estados financieros 2020, pasando a IFRS, y de aquí en adelante esperamos que se audite cada año.

A mi juicio, quienes nos suceden en los cargos de encabezar el gremio tienen una responsabilidad gigante. Se vuelve un imperativo país fortalecer las instituciones que protejan el contexto y las herramientas para desarrollar el emprendimiento. Yo en lo personal creo con convicción en nuestra gente, en el tremendo talento que tenemos en el país y que, pienso personalmente, hemos sido tímidos para empujarlo. Este es nuestro mayor activo, nuestra gente y su fuerza. Por lo mismo, yo tomaría todos los riesgos y apostaría con fuerza por ellos.

Les puedo asegurar, después de haber recorrido cada rincón de Chile y estar con los microempresarios y emprendedores del país, que las personas quieren oportunidades (no migajas), por lo que el legado de Asech debe ser ese. No hay nada más digno para un ser humano que desarrollar sus capacidades, lo que debe ser el centro de toda organización. ¡Viva Asech!

-La autora es ex-presidenta Asociación Gremial de Emprendedores de Chile

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