Nuevo escenario tras inscripción de candidaturas

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La proliferación de los independientes, las divisiones en el mundo de la izquierda y las tensiones al interior de la centroderecha probablemente anticipan cambios en la conformación de las coaliciones y alianzas electorales.



El cierre de inscripción de candidaturas para integrar la futura Convención Constitucional, así como para elegir a gobernadores regionales, alcaldes y concejales -totalizando más de 22 mil competidores, convirtiendo el próximo 11 de abril en uno de los comicios con mayor número de candidatos que se recuerde- permite formarse una panorámica del escenario político actual, el cual está mostrando una serie de cambios que probablemente incidirán en la conformación de futuros pactos electorales como también de las coaliciones.

Quizás uno de los elementos más interesantes de este proceso es la fuerza que han mostrado las candidaturas independientes, detrás de las cuales hubo cerca de 400 mil ciudadanos que concurrieron a patrocinarlas. Si bien este elevando número puede explicarse en parte porque esta vez los patrocinios se pudieron llevar a cabo vía telemática, sin necesidad de un trámite notarial, aun así es valioso que tantos se hayan movilizado para levantar nuevas figuras. Las varias listas de independientes que se conformaron al margen de los partidos -algo sobre todo notorio en el caso de la centroizquierda- es un llamado de atención en la forma como se ha estado haciendo la política tradicional. Con todo, sería un error caer en la idealización de los independientes y un desprecio hacia el rol de los partidos, pues así como los primeros pueden aportar nuevas miradas y refrescar el debate, no están exentos de incurrir en los mismos vicios de la política tradicional; tampoco tienen la misma capacidad para canalizar grandes corrientes de pensamiento, algo indispensable en toda democracia.

Otro fenómeno que debe ser analizado con especial atención son las diferencias que han empezado a hacerse evidentes tanto en la derecha como en la izquierda. Para el caso de esta última, el hecho de que Unidad Constituyente -que agrupa a la centroizquierda- no haya logrado conformar listas unitarias con el PC y el Frente Amplio, muestra que se están empezando a separar aguas entre sectores más moderados y radicalizados, lo que empieza a dibujar un nuevo mapa político. Más allá de las dificultades que esto supone para que la centroizquierda alcance los dos tercios en la Convención, plantea dudas hasta dónde será posible construir alianzas electorales -o de gobierno- de cara al agitado calendario electoral que se avecina.

Para el caso de la centroderecha, Chile Vamos logró una buena jugada electoral al ir en una sola lista con el Partido Republicano. Sin embargo, tal como ha quedado a la vista con las tensiones que han surgido al interior de Renovación Nacional -por sectores que cuestionan a su directiva por las cesiones que se hicieron en favor de Republicanos u otros partidos de la coalición- no cabe descartar que surjan diferencias importantes una vez que se inicie el debate constitucional, anticipando además que la formación de un solo frente en las próximas elecciones presidenciales y parlamentarias podría será más complejo de lo previsto.

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