Pandemia y alarma en España
Hace dos semanas España llegó a su peak de fallecidos: 950 en un solo día. Sin embargo, desde entonces, los muertos por coronavirus han disminuido, aunque aún se mantienen a un nivel alto: 500 diarios. En total, España registra más de 172 mil contagios y 18 mil víctimas fatales. De tal magnitud es la gravedad de lo que ocurre en el territorio español que el número de casos de Covid-19 es el segundo mayor del mundo, mientras que sólo en Estados Unidos e Italia hay más muertos que en España.
Hay una comparación que ha provocado impacto en el país. Aunque la población española es cuatro veces más grande que Portugal, su vecino registra 17 mil casos y 567 muertes. Algunos atribuyen esta brutal diferencia a la inestabilidad política española, a las disputas entre el gobierno de Pedro Sánchez y la oposición, a las medidas que cada país ha tomado para combatir la pandemia y a un factor meramente cultural.
El coronavirus en España también ha sido implacable con el personal médico. Según cifras del ministerio de Sanidad, hasta ahora se han contagiado 26.672 profesionales de la salud. Aunque no hay datos de cuántos han logrado recuperarse, una gran parte ha retomado sus labores en los centros médicos.
El gobierno de Sánchez decretó el estado de emergencia el 15 de marzo. Para algunos reaccionó tarde. Hasta ahora el Ejecutivo ha pedido dos prórrogas al Congreso, la última de las cuales caduca el 26 de abril. En caso de que Sánchez vuelva a solicitar una ampliación de las medidas la votación sería el miércoles 22, día en que el jefe del gobierno comparecerá en el pleno del Legislativo.
En medio de la pandemia Sánchez busca un gran acuerdo nacional para la reconstrucción, que tiene al presupuesto de 2021 como el elemento central. Pero por ahora el opositor Partido Popular (PP) no participaría, ya que dijeron estar indignados porque se habrían enterado por la prensa de una reunión con los partidos programada para el jueves.
Después de dos semanas de un candado casi total de la economía, el lunes retomaron su actividad parte de los trabajadores de sectores no esenciales (construcción e industria). El gobierno sostiene que hará todo lo que está en sus manos para proteger el “tejido productivo”. Pero las proyecciones no son alentadoras: el FMI prevé una contracción del 8% del PIB y un desempleo de hasta un 20,8%. El año pasado la economía española creció un 2% y el desempleo se situó en 13,8%.
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