Populismo e inmigración

Proceso de enrolamiento para regularizacion migratoria en el Estadio Victor Jara
Santiago, 16 de diciembre 2024 Proceso de enrolamiento para regularizacion migratoria en el Estadio Victor Jara comuna de Santiago. Javier Torres/Aton Chile


SEÑOR DIRECTOR:

La categoría de migrante no solo da cuenta del cambio de país de una persona, sino que también corresponde a una relación situacional entre quienes llegan y quienes reciben. En ese marco, y en ausencia de una política migratoria con enfoque de derechos, la condición de migrante adquiere muchos usos no democráticos, porque el ser migrante se convierte en una noción cargada de significados negativos.

Lo que vemos en Chile estos días es muy grave, porque actores políticos de amplia visibilidad pública son quienes contribuyen a crear estos mitos y temores infundados en la sociedad chilena sobre las personas migrantes como amenaza.

Estos actores, con total liviandad, asocian la posible regularización que ha comenzado a vislumbrar el gobierno con un “perdonazo a criminales”, y en general acusan a quienes promueven el derecho y la protección de las poblaciones en movilidad forzada de atentar contra el bienestar de Chile.

Lo cierto es que las 180 mil personas empadronadas hace más de un año no son criminales: 50% son mujeres, 85% está ocupada remuneradamente, la mayoría llegó al país entre 2018 y 2022, cerca del 50% tienen estudios universitarios (terminados o no), y 36% tiene educación básica completa.

La regularización es un mecanismo institucional ajustado a derecho, que no constituye un efecto llamado, y que, por el contrario, favorecerá la integración de personas migrantes que ya están en Chile con arraigo familiar y laboral, y, con esto, permitirá avanzar en una migración segura y ordenada.

También hay que decir que el mal uso político que estos actores están haciendo de la migración está elevando los niveles de conflictividad social en la población, y atentan contra el desarrollo del país: casi 10% de la población que vive en Chile es extranjera. Desconocer a esa ciudadanía, y más aún, promover un discurso que busca enfrentar chilenos con extranjeros, es una muestra de populismo en torno a la inmigración que en el mediano y largo plazo tendrá consecuencias negativas en la cohesión social del país.

Neida Colmenares, Académica de la Universidad Central de Chile

Patricia Rojas, Presidenta de la Asociación Venezolana en Chile

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