Post Covid-19, dónde invertir

Jerónimo Correa

Vemos grandes oportunidades en empresas de equipos de telecomunicaciones y semiconductores con una fuerte exposición a la implantación de redes 5G y arquitectura de edge computing,



La emergencia sanitaria por el Covid-19 está desafiando los sistemas y las estructuras de nuestra forma de vida habitual. Con perspectiva histórica, probablemente veamos este periodo como un punto de inflexión en nuestras vidas y formas de pensar que aceleró los cambios que como sociedad veníamos experimentando desde hace tiempo.

Un paradigma que se está potenciando en este nuevo contexto de cuarentenas, distanciamiento social y restricciones a los viajes es la necesidad creciente de tecnología al servicio de las personas, razón por la que en Credit Suisse la consideramos una supertendencia, que se verá impulsada con el auge de la digitalización, la inteligencia artificial y la realidad virtual.

En el caso de la Inteligencia Artificial, se estima que el gasto global crezca de US$ 38.000 millones en 2018 a US$ 98.000 millones en 2023, según International Data Group, Inc. También esperamos que se desarrollen campos de aplicación en la modelización de brotes virales.

Asimismo, la pandemia ha revelado muchas razones para aumentar aún más la inversión en la digitalización, entre ellas para adaptarse más rápidamente a las necesidades de los clientes, ganar en eficiencia operativa y aumentar la rentabilidad, a lo que ahora se les suma la necesidad de implementar procesos automatizados en tiempo real («edge computing») o la educación y el entretenimiento en casa.

En la bibliografía sobre la materia, un último informe de PwC de diciembre de 2019 titulado “Seeing is believing” anticipó que la realidad virtual y la realidad aumentada tienen el potencial de impulsar la economía global en US$ 1,5 billones a 2030 que se comparan con los US$ 46.400 millones que aportan ahora.

Por todo lo anterior, vemos grandes oportunidades en empresas de equipos de telecomunicaciones y semiconductores con una fuerte exposición a la implantación de redes 5G y arquitectura de edge computing; en compañías de software, servicios de TI y semiconductores que posibilitan los procesos de automatización industrial; en proveedores de plataformas de internet que disrumpen los negocios tradicionales; y en compañías del sector de la salud que utilizan la tecnología para mejorar la ejecución en áreas como el diagnóstico, prestación de cuidados y el desarrollo de dispositivos médicos

Solo hay que tener en cuenta que estas tecnologías no deben valorarse por su impacto a corto plazo, sino por el gran cambio potencial que generarán en la economía en el futuro cercano.

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