Preocupantes señales de la economía china
Las advertencias del primer ministro chino sobre las dificultades económicas del país no solo confirman el mal momento del gigante asiático, sino que además encienden las alertas a nivel mundial.
“Las dificultades en algunas áreas y a cierto nivel, son incluso más graves que las del severo golpe de la pandemia en 2020″, aseguró el primer ministro chino en una poca habitual teleconferencia a miles de funcionarios a lo largo y ancho del país el miércoles pasado. El mensaje vino a confirmar lo que ya era tema de discusión en la reciente reunión del Foro Económico Mundial en Davos -que volvió a ser presencial tras dos años de pandemia: la economía china atraviesa un complejo escenario, agravado por la reciente ola de contagios y la política de Covid cero impuesta por el gobierno de Xi Jinping. Una medida que no solo dejó a más de 300 millones de habitantes del país -en Shanghai y en otras ciudades chinas- bajo un estricto lockdown durante más de dos meses, sino que aún afecta a los principales puertos chinos, donde las restricciones han dificultado el flujo normal de embarcaciones con el consecuente efecto en las cadenas de suministros mundiales.
Durante las últimas dos décadas China ha sido el principal motor de la economía mundial, con una tasa de crecimiento que hasta antes de la pandemia promedió 9,5% anual en 20 años. Y pese a que en 2021 -tras el desplome económico causado por la emergencia sanitaria mundial en 2020- el país creció poco más de un 8%, el panorama volvió a complicarse a causa de la estricta política para combatir las nuevas variantes de Covid-19. En abril, las ventas del retail cayeron un 11% con respecto a igual periodo del año anterior y la producción industrial retrocedió un 3%. A ello se suma el golpe en el mercado laboral. La tasa de desempleo entre jóvenes de 18 a 24 años llegó a un récord histórico de 18,2%. Con todo ello, la meta de alcanzar una tasa de crecimiento de 5,5% este año parece cada vez más lejana y el FMI prevé un crecimiento de 3,1%. De concretarse esa cifra, podría ser la primera vez en 32 años que China crece menos que Estados Unidos.
Pese al llamado del premier a los líderes de los gobiernos locales de las 34 provincias y regiones autónomas chinas, resulta difícil que el país pueda efectivamente retomar una firme senda de crecimiento en la medida que no se alivianen las restricciones impuestas por la política de Covid cero, defendida por el Presidente Xi Jinping. El tema estaría incluso, según varios expertos en política china, tensionando las relaciones en la cúpula de la jerarquía en momentos en que Xi aspira lograr a fin de año un inédito tercer periodo como líder del PCCh. El actual escenario, como advirtieron varios expositores en la conferencia de Davos, no solo afecta la recuperación mundial sino amenaza con agravar las presiones inflacionarias -ya afectadas por la guerra en Ucrania- al alterar las cadenas de suministros.
Por ello, más allá de la presión del primer ministro chino a las autoridades locales para “actuar con más decisión” a fin de recuperar el crecimiento, si el Presidente Xi no revierte su estricta política de restricciones por la pandemia e insiste en su llamado “nuevo concepto de desarrollo” que potencia el sector estatal por sobre la actividad privada es probable, como decía la revista británica The Economist, que el mundo deba acostumbrase a una economía china que crezca menos y sea menos confiable, con las inevitables consecuencias a nivel mundial.
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