Proceso constituyente y participación ciudadana

Secretaría de Participación Ciudadana

Es muy relevante que el Consejo Constitucional no cometa el mismo error en que incurrió la fallida Convención, que brindó escasa consideración a este tipo de iniciativas.



En el marco del proceso constituyente se ha cerrado la etapa para la presentación de iniciativas populares de ley, totalizando casi 1.300, de la más variada índole. Ahora se está en la fase de recolección de apoyos, considerando que solo aquellas que logren un respaldo superior a las 10 mil firmas ganarán el derecho a ser discutidas en el Consejo Constitucional. Actualmente son siete los proyectos que han logrado cruzar dicho umbral, siendo hasta ahora el “Con mi plata no” la que encabeza el listado, con más de 15 mil respaldos, seguido de “Chile por los animales”, con más de 13.900 respaldos. En tercer lugar se encuentra “Por un Chile sin pitutos”, con más de 13.200. Luego se ubican “Respeto por las actividades que dan origen a la identidad de ser chilenos”, “Una policía que nos proteja”, “Es mi plata y punto” y “Por el derecho preferente de los padres”.

Estas iniciativas se complementan con los diálogos ciudadanos, las audiencias públicas y las consultas ciudadanas, que son otros de los mecanismos que contempla el proceso para la participación ciudadana.

Naturalmente que las cifras de participación no han sido hasta aquí descollantes, lo que probablemente es reflejo de la escasa adhesión que ha despertado este nuevo proceso constituyente. El anterior y fallido proceso constituyente logró congregar a más de 980 mil personas en las iniciativas populares, reuniendo sobre los tres millones de firmas; 78 fueron las iniciativas que lograron pasar la barrera de los 15 mil respaldos para ser tratadas en la Convención.

Con todo, cabe no minimizar los resultados de participación ciudadana que se han registrado en este último tiempo. Después de todo, han sido 132 mil participantes, que han entregado hasta aquí más de 250 mil apoyos. Esto da cuenta de que en la sociedad civil sigue habiendo núcleos interesados en participar del proceso constituyente, y el tipo de materias que han congregado el mayor número de respaldos son aquellas que típicamente movilizan a la ciudadanía.

El gran desafío que tiene el proceso constituyente en marcha es precisamente involucrar mucho más a la población, meta que se ve compleja por la natural fatiga que existe con el tema constitucional, la enorme falta de información que sigue habiendo respecto del proceso y porque las urgencias del país están concentradas claramente en otros temas. Para lograr este mayor involucramiento, uno de los pasos fundamentales es que el Consejo Constitucional no repita el mismo error en que incurrió la Convención, la cual tuvo escasa consideración hacia las iniciativas ciudadanas -probablemente porque varias de ellas no coincidían con el sesgo ideológico que impregnó a buena parte de la Convención-, lo que claramente fue uno de los puntos más criticados.

Independientemente de si las propuestas recogidas en la participación ciudadana se aprueben o no, es importante que la población perciba una deliberación seria respecto de estos temas, porque con ello no solo se mostrará la debida consideración hacia las inquietudes que movilizan a la gente, sino porque también permitirá que el debate salga de los claustros del Consejo y permee en la población.

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