Propuesta para reducir quórum a 4/7

Sesión de la comisión de Constitución del Senado este martes en el Congreso Nacional en Valparaíso.

La iniciativa propuesta para bajar y uniformar los quórums de la actual Constitución y así facilitar el camino de reformas es una positiva señal que se envía desde el mundo político, que también debería ser recogida por el gobierno.



La Comisión de Constitución del Senado resolvió aprobar por la unanimidad de los presentes tanto en general como en particular el proyecto -presentado por un grupo de parlamentarios de la DC o afines a esta- que reduce a 4/7 los quórums para reformar la actual Constitución, la que exige 2/3, 4/7 y 3/5, según la materia de que se trate.

Si bien ahora debe ser aprobada en sala y luego ser conocida por la Cámara de Diputadas y Diputados, el hecho de que esta propuesta haya despertado un apoyo transversal en la Comisión de Constitución está anticipando de que tiene buenas chances de ser aprobada -sería difícil para un parlamentario justificar un voto en contra cuando por primera vez desde el retorno a la democracia se busca facilitar la introducción de reformas de fondo en la actual Carta-, lo que desde luego tiene una serie de implicancias políticas.

Los impulsores de esta reforma la justifican, entre otras razones, por el hecho de que el propio gobierno aseguró que la actual Constitución -atendidos los exigentes quórums que coloca en algunas materias fundamentales- hace muy difícil llevar a cabo algunas de las reformas más relevantes comprometidas por el Presidente Boric, lo que ha servido también como excusa indirecta para aprobar una nueva Constitución, a fin de facilitar el camino para estas reformas.

Era muy importante que desde el mundo político se diera la señal de que bajo la actual Constitución el camino de reformas no se detendría si triunfa el Rechazo, sobre todo cuando de acuerdo con la inmensa mayoría de los estudios de opinión ahora ello no es descartable. Una rebaja de los quórums a 4/7 es un umbral alcanzable, y de hecho resulta menos exigente que los requisitos establecidos en la propuesta de nueva Constitución, que además de exigir los 4/7 en algunas materias requeriría incluso de un plebiscito ratificatorio, en la medida que no se alcancen los dos tercios.

Más allá de que alcanzar consensos no se advierte fácil atendidas las posturas encontradas sobre materias fundamentales, cuando menos desde una parte del mundo político se está transmitiendo a la ciudadanía de que hay una voluntad de mejorar, cambiar o perfeccionar las normas contenidas en la actual Constitución en un marco de mayor flexibilidad, conectando mucho mejor con los anhelos de cambio que ha expresado la ciudadanía.

Es llamativo que a pesar de la buena señal que envía un proyecto como este, el gobierno se haya mantenido distante. El propio Mandatario tuvo palabras críticas cuando se presentó la iniciativa, tanto por lo tardía como por el hecho de que no era creíble que la derecha estuviera dispuesta a hacer reformas de fondo, mientras que este martes el ministro secretario General de la Presidencia volvió a poner en duda la efectividad de dicha propuesta, recordando que ha habido proyectos que se han caído por no alcanzar los 4/7.

Aun cuando resulta evidente que el gobierno se ha comprometido con el Apruebo y tal parece que no pretende debilitar esa alternativa, una dosis de realismo debería llevar a considerar un escenario en que pueda ganar el Rechazo -algo a lo que se ha abierto el propio Mandatario-, y por tanto el programa deba ejecutarse bajo el actual marco constitucional, lo que se facilitaría con quórums menos exigentes, sin perjuicio de que con seguridad se abriría un nuevo proceso constituyente.

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