SEÑOR DIRECTOR:
El gobierno presentó un proyecto para modificar el funcionamiento del sistema de Isapres. Las propuestas incluyen el fin de la tabla de factores, tarifa plana para todos, plan común, y la prohibición de ofrecer beneficios adicionales.
En términos simples, el gobierno busca ser el director de orquesta de este sistema “privado”, decidir qué pueden ofrecer las compañías, qué puede hacer la persona con su dinero, y lo hace con incentivos perversos que inducen al deterioro del sistema por varios frentes. En primer lugar, está el conocido problema de la selección adversa que se conjuga con el de asimetrías de información entre afiliado e institución. Otros efectos son el encarecimiento del sistema privado en general, ya que proliferarán seguros complementarios para mejorar el plan base obligatorio, generando a su vez más desigualdad. El servicio también sufrirá, ya que si no se pueden ofrecer beneficios adicionales, y los costos no son adecuadamente cubiertos (en parte por una mala distribución de riesgos), el ajuste viene por calidad. Una serie de malos efectos con tal de tener un producto igual para todos.
En lugar de preocuparse con urgencia del sistema de salud estatal, donde miles mueren esperando una atención, y donde se atiende la mayor parte de la población más vulnerable, el gobierno prefiere dedicarse a cambiar el sistema privado.
Félix Berríos Theoduloz
Economista
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