SEÑOR DIRECTOR:
Parte de la capacidad que ha tenido la política neoliberal para reproducirse en Chile es instalar mesas técnicas, una gran mentira, pues nadie cree que integrantes de centros de estudio ligados a corrientes políticas vayan a proponer respuestas “técnicas”, lo que nos lleva al centro del asunto: la admisión escolar es un asunto de política.
La fe en el mérito es una creencia que se reafirma con el milagro del éxito del niño o niña que logra abrirse espacio en el cielo de la élite. Por estos días veremos enarbolarse las banderas de la libertad de las familias, mientras se olvida intencionadamente que la admisión escolar es para ese segmento educativo que escasamente es admitido en el ranking de las mejores escuelas, las que en su inmensa mayoría son privadas.
Por ello, resulta sintomático de la mesa técnica para el Sistema de Admisión a la Educación Pública que su presidenta se haya formado en la educación cuyo principal sistema de admisión es la capacidad de pago de sus padres. Está por verse si el mecanismo no termina siendo una especie de juego del calamar para pobres, sustentado en la competencia al interior de la sala de clases, de la escuela y del barrio. Después de todo, es bastante difícil creer en un técnico que no está dispuesto a educar a sus hijos/as en el sistema que va a “mejorar”.
Si en vez de técnica habláramos de política, nos daríamos cuenta de la falta de origen que tendrá el resultado de esta Comisión, sin los actores que han impulsado los cambios con su movilización durante décadas: profesores/as y estudiantes.
Mario Sobarzo
Académico Departamento de Filosofía FAHU USACH
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