Resultados del Simce 2023: avances y desafíos

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La entrega oportuna de los datos ofrece una señal de esperanza, al mostrar progresos en relación a lo registrado en 2022, pero persisten dudas sobre el compromiso del gobierno con el plan de reactivación educativa.



Los recientes resultados del Simce 2023 han irrumpido con una anticipación sin precedentes, gracias a una serie de optimizaciones de los procesos de la Agencia de Calidad de la Educación. Los establecimientos y sus comunidades pueden así iniciar el nuevo año escolar con información crucial sobre sus logros y desafíos pendientes en Matemática y Lectura, tanto en cuarto básico como en segundo medio. Esto permite enfrentar los retos educativos con una perspectiva clara y basada en datos concretos.

La pandemia de Covid-19 provocó un retroceso educativo global sin precedentes. Chile no fue la excepción. Con 259 días sin clases presenciales, el pasado Simce confirmó lo que ya se sospechaba: habíamos retrocedido casi 15 años en términos educativos, ampliando dramáticamente las brechas de aprendizaje entre niños y niñas, y las desigualdades asociadas al origen socioeconómico siguieron siendo muy significativas.

En la nueva medición los resultados mejoran sustancialmente, pero no superan los niveles prepandemia; más bien, se ratifica el estancamiento con ciertas señales de recuperación tras el excesivo periodo de cierre de escuelas.

En Matemática (materia que había sufrido la mayor caída el año pasado), se destaca el progreso entre los estudiantes de cuarto básico, cuyos puntajes aumentaron nueve puntos con respecto al año anterior. Si bien se trata de una recuperación de los retrocesos experimentados en pandemia, aún estamos en niveles de hace 8 años. Por otro lado, los estudiantes de segundo medio también muestran mejoras en Matemática, pero a un ritmo menor. El desafío radica en sacar adelante a más de la mitad de los estudiantes que están en nivel insuficiente, una categoría en la que predominan las mujeres y que presenta menores avances entre grupos económicamente desfavorecidos.

En cuanto a Lectura, los resultados en básica permanecen estables en comparación con la medición anterior, rompiéndose así el lento, pero sistemático aumento de puntajes registrado desde 2014. En segundo medio también se aprecia una relativa mejora, aunque no significativa en relación con la medición anterior. Por tanto, se podría concluir que se alcanzaron cifras similares a las de prepandemia. Sin embargo, al igual que en Matemática, persiste el alarmante desafío de que la mitad de los estudiantes de segundo medio se encuentran en el nivel insuficiente. A diferencia de lo observado en cuarto básico, donde se registra un aumento significativo en los puntajes de los grupos menos favorecidos, en segundo medio estos incrementos provienen principalmente de los sectores más privilegiados. Esta disparidad evidencia la necesidad urgente de abordar más tempranamente las brechas de desigualdad que persisten en el sistema educativo chileno.

En conclusión, los avances del Simce 2023 ofrecen un atisbo de esperanza, pero también relevan los desafíos en el sistema escolar. Es alentador que cada establecimiento inicie el año con una visión clara de sus logros y que el retroceso de 15 años en los resultados causado por el prolongado cierre de escuelas, se redujera a cinco años. Sin duda, la recuperación ha significado grandes esfuerzos de las comunidades educativas, lo que indica que es factible seguir en esa senda. Sin embargo, persisten las dudas sobre el compromiso gubernamental en el plan de reactivación educativa, especialmente por las limitaciones de recursos, cobertura y falta de rendición de cuentas.

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