Retiro de fondos de las AFP: una prueba para el gobierno

Quinto retiro

De continuar la presión por un “quinto retiro”, el Presidente de la República deberá ser capaz de convencer a su sector que se trata de una mala idea, pese a que hace solo cuatro meses la apoyó.



El lunes pasado, solo tres días después de asumir el nuevo Congreso Nacional, el diputado René Alinco (independiente) presentó un nuevo proyecto para retiro de fondos de las AFP. El proyecto que contó con el apoyo de otros ocho diputados de distintas bancadas, desde RN hasta el PH, establece que “las personas que sean propietarias de fondos de pensiones regulados por un régimen de capitalización individual, cuyo financiamiento provenga de cotizaciones obligatorias (…), tendrán derecho a retirar desde el 10% o la totalidad del dinero de su cuenta”. Si bien la iniciativa no fue acogida a trámite y deberá esperar un año, por haberse rechazado en diciembre una propuesta similar, el hecho estuvo lejos de cerrar el debate. Actualmente existe otro proyecto, ingresado por la diputada Pamela Jiles, que sí podría avanzar.

Varios diputados, tanto de la oposición como del oficialismo, han insistido que están dispuestos a perseverar en una nueva iniciativa para el retiro de fondos de las AFP. Tanto la bancada del PPD como la diputada comunista Marisela Santibáñez, por ejemplo, no han descartado esa posibilidad, como tampoco lo han hecho algunos diputados socialistas; situación que plantea una dura prueba política para el actual gobierno, que ha insistido en su rechazo a esa posibilidad. Lo dijo el propio Presidente Gabriel Boric el pasado lunes, asegurando que el tema nunca fue una promesa de campaña y que solo “potenciaría” la actual situación inflacionaria. Y lo sugirió también el ministro de la Segpres, al insistir que la prioridad es sacar adelante una reforma a las pensiones.

Durante la administración anterior, sin embargo, tanto el actual ministro Jackson como el Presidente de la República, en su rol de diputados votaron a favor de las cuatro iniciativas que se presentaron en el Congreso. No solo eso, Gabriel Boric, pese a asegurar durante el tramo final de la campaña su rechazo a un entonces cuarto retiro, luego cambió de posición y respaldó la iniciativa en la Cámara. Por ello, su desafío ahora en calidad de primera autoridad del país y líder del oficialismo será convencer a todos los parlamentarios de su sector por qué ahora sí se trata de una mala política, y no lo fue hace solo cuatro meses, cuando decidió apoyara. Cabe destacar que las presiones inflacionarias que plantea hoy como argumento eran también un problema a fines del año pasado.

Desde un primer momento ha habido consenso técnico de que el retiro de fondos previsionales es una mala política pública. Pero durante el anterior gobierno, la oposición insistió en avanzar por ese camino, acusando a la administración de Sebastián Piñera de no responder con prontitud a la crisis causada por la pandemia. En esa ocasión, además, el entonces Mandatario fue incapaz de ordenar a su sector y las iniciativas contaron con votos de derecha. Por ello, será clave ahora ver si el nuevo Presidente, al contrario de su antecesor, tiene la capacidad política de ordenar a su coalición, pese a sus cambios de opinión, y convencerla que la situación es distinta. O terminará cediendo a la presión ante una propuesta técnicamente mala, pero ampliamente popular.

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