Riesgos del regreso talibán

Por Samuel Fernández. Académico Facultad de Derecho UCEN

Retomaron Afganistán luego de veinte años, sin resistencia, provocando pánico en la población que sabe lo que significa. Volver al pasado, donde la sumisión (Islam) se une al Talibán (enseñanza), en una expresión religiosa extrema. Victoria total sin confrontaciones, pese a los grandes esfuerzos norteamericanos de erradicarlo, desarrollar las libertades y la democracia frente a las prácticas tradicionales.

Un país dividido en etnias, clanes, y tribus (pachtunes) ancestrales, indómitos y belicosos entre sí y con todo lo foráneo. Controlan territorios feudales, producen amapolas, opio y otros alucinógenos, muy lucrativos y compran armas. Ningún gobierno ha logrado controlarlos y evitar la corrupción. Ni la invasión soviética de los años ochenta, vencida y expulsada, ni los intentos norteamericanos con miles de tropas, entrenamiento, y trillones de dólares malgastados. Todo en vano. Un país donde el sistema occidental no se aceptó ni funcionó.

La religión talibán ha sido el único factor que permite cierta unidad y relativo control, pues se impone por la fuerza y no permite ninguna disidencia. Aplica la Sharía (ley coránica) en todas las actividades. Representa que los castigos corporales, flagelaciones, y hasta la muerte a los infieles, se generalice, y El Corán sagrado, revelado por Dios (Alá), y por tanto inmutable y no interpretable por nadie, reemplace a cualquier ley civil o costumbre existente. Para las mujeres regresará el Burqa que no deja percibir ni una fracción de su cuerpo, so pena de latigazos, lapidaciones por adulterio, y otros castigos. Implica su falta de instrucción, ningún trabajo libre o enseñanza de los hijos ni circulación sin el acompañamiento masculino que debe autorizarlo todo, no manejar ni practicar música, relegada a labores domésticas. Vivir en el siglo VII luego de dos decenios del siglo XXI. Una tragedia intolerable que viola los derechos humanos.

Ampararon el movimiento terrorista Al Qaeda de Bin Laden por diez años, hasta su fuga y muerte por comandos norteamericanos en Pakistán. El resurgimiento del terrorismo internacional deja de ser solo una amenaza teórica, nuevamente. La inestabilidad de la región aumenta. China y Rusia, con pragmatismo, ya tienden contactos con los talibanes. Estados Unidos con Biden deja a su suerte Afganistán, sin medidas de reemplazo y desorientado, sin saber qué hacer ahora, más las críticas internas republicanas inmediatas. El Consejo de Seguridad ONU delibera y hace comunicados, sin decidir acciones. Las negociaciones en Doha (Qatar) no inspiran confianza. El mundo con los talibanes, es más inseguro que antes.