Sanción a diputada Orsini
La amonestación y multa impuestas a la diputada por la Comisión de Ética de la Cámara sientan importantes precedentes respecto del correcto ejercicio del cargo parlamentario.
De acuerdo con lo informado por este medio, la mayoría de los integrantes de la Comisión de Ética de la Cámara de Diputadas y Diputados resolvió acoger el requerimiento que un grupo de parlamentarios de la UDI presentó a comienzos del mes pasado en contra de la diputada RD Maite Orsini, a quien acusan de haber infringido el reglamento de la Corporación a raíz de un eventual tráfico de influencias. Se le aplicó la medida de “amonestación” con una multa del 5% de su dieta parlamentaria, es decir, un monto del orden de 270 mil pesos.
Los hechos se dieron en el marco de una llamada telefónica que la parlamentaria hizo a una general de Carabineros para buscar ponerla en contacto con el exfutbolista Jorge Valdivia -con quien Orsini aparecía vinculada sentimentalmente- ante un presunto acto ilegal y arbitrario en su contra durante un procedimiento policial, donde, según denunció el jugador, se habrían vulnerado sus derechos. La parlamentaria se justificó diciendo que no hubo ninguna actuación indebida, pues dicha llamada fue en realidad para alertar a Carabineros de que Valdivia podría querellarse en contra de la institución, y no para interceder en favor del exjugador.
La Comisión de Ética desestimó dichos argumentos que lindan en lo burdo -por de pronto llaman la atención considerando que Orsini ha sido en el pasado reciente particularmente crítica del rol de Carabineros-, y aun cuando desde sectores de la oposición han surgido críticas por lo reducido de la sanción -no hubo votos suficientes para aplicar la máxima sanción de censura, que puede involucrar hasta el 15% de la dieta-, cabe no minimizar el paso que en esta oportunidad ha dado esta instancia parlamentaria, por los precedentes que sienta para el correcto desempeño de los parlamentarios.
El rol de esta comisión ha sido objeto de reiteradas críticas, pues se le reprocha su renuencia a aplicar sanciones a pesar de las múltiples veces que los diputados han recurrido a dicha instancia para denunciar comportamientos reprochables de sus pares. Al haber acogido el requerimiento por mayoría, los diputados integrantes -que representan distintas sensibilidades políticas- han sido capaces esta vez de sobreponerse al “amiguismo” que tanto se le enrostra a esta comisión, enviando una señal importante al sentar que comportamientos de esta naturaleza constituyen faltas que no pueden ser ignoradas.
A partir de esta resolución cabría esperar que los parlamentarios sean mucho más conscientes acerca de las responsabilidades que les cabe en el ejercicio de sus cargos. Usar indebidamente la investidura que ostentan resulta una práctica que desde luego no solo vulnera la normativa interna del Congreso, sino que además genera un enorme daño para la imagen del Poder Legislativo -institución cuyo nivel de confianza ya se encuentra sumamente deteriorado- frente a la ciudadanía, que ve en esto privilegios indebidos y una burla al sentido común, al pretenderse que puede ser engañada con justificaciones pueriles. También cabe esperar que a partir de ahora la Comisión de Ética juegue un rol mucho más activo para prevenir comportamientos contrarios al reglamento.
Comenta
Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.