Volviendo a Estados Unidos
Vemos que el desarrollo de la vacuna proporciona un telón de fondo constructivo para los activos de riesgo a medida que nos acercamos a 2021, pero sugerimos un enfoque equilibrado.
En las propuestas de inversión elaboradas por BlackRock ha sido frecuente encontrar una preferencia -es decir, sobreponderar en el posicionamiento de estrategia- hacia acciones estadounidenses. Las razones son múltiples: mayor crecimiento estructural que la mayoría de las economías desarrolladas, mercados de capitales profundos y desarrollados y estabilidad política, entre muchas otras.
Sin embargo, hace algunos meses tomamos la decisión de reducir esa exposición ante algunas señales de deterioro del atractivo del mercado. Esto porque la economía estadounidense ha sufrido un mayor impacto negativo de la pandemia que varios países asiáticos, incluyendo China. Junto con eso, las recientes elecciones presidenciales y legislativas generaron un mayor grado de incertidumbre que lo visto en muchos años. Con todo, la decisión fue reducir la renta variable de Estados Unidos a una posición neutral, con otras regiones como Europa tomando las posiciones de preferencia.
Los recientes acontecimientos nos han llevado a revisar esto último y a volver a aumentar la ponderación a las acciones estadounidenses, aun cuando ha habido un resurgimiento de los contagios en Estados Unidos. Creemos que es posible mirar otra vez, gracias a la pronta disponibilidad de vacunas para el COVID-19 y por la esperada, aunque algo demorada, transición política en la Casa Blanca.
Por cierto, el mercado estadounidense tiene una composición sectorial más favorable en comparación con otros mercados de valores importantes. Notoriamente cuenta con una mayor proporción de empresas que tienen lo que se concoce como mayor “calidad”, es decir, aquellas con balances más sólidos y generación de flujos de caja libre más estables, diversificados y predecibles. Este tipo de empresas suelen encontrarse con mayor frecuencia en sectores como tecnología y salud. Así, los servicios de tecnología de la información y comunicaciones representan casi el 40% del valor de mercado del índice MSCI USA, en comparación con solo el 11% en Europa. Para entender mejor, ver el gráfico a continuación:
Composición sectorial de índices regionales MSCI, octubre 2020:
Eso sí, volvemos a mirar con algunas precisiones para dirigir el incremento a posiciones más específicas. Por ejemplo, creemos que la inversión en el sector tecnológico de Estados Unidos debiera ir más allá del puñado de megaempresas que que han liderado el desempeño del mercado en los últimos años, pero que enfrentan un mayor escrutinio regulatorio bajo la administración de Biden. Las empresas de semiconductores y software, por ejemplo, se enfrentan a pocos riesgos regulatorios y disfrutan de tendencias de crecimiento a largo plazo. Por otro lado, el sector financiero, bajo la presión del entorno de bajas tasas de interés a nivel mundial, representa una porción relativamente pequeña del mercado estadounidense en comparación con Europa.
Al mismo tiempo, creemos que las compañías estadounidenses de tamaño pequeño y mediano podrían verse particularmente más favorecidas por el repunte de actividad económica que llevaría el proceso de ir dejando atrás la pandemia, ya que se trata de empresas más cíclicas.
En resumen, vemos que el desarrollo de la vacuna proporciona un telón de fondo constructivo para los activos de riesgo a medida que nos acercamos a 2021, pero sugerimos un enfoque equilibrado: empresas de calidad que deberían tener un rendimiento superior incluso si enfrentamos algunos episodios de incertidumbre; y exposiciones cíclicas como las de las pymes, que probablemente prosperarán a medida que avance el cronograma para el despliegue generalizado de vacunas. Un riesgo clave para nuestra visión de las acciones de Estados Unidos es el proceso de retiro de estímulos. La liquidación clave de apoyo de emergencia de la Fed/Tesoro podría poner el freno demasiado temprano al proceso de recuperación.