Los mitos sobre la cocina abundan y estos muchas veces podrían ser falsos, lo que nos lleva a desperdiciar alimentos o a utilizar técnicas que podrían ser nocivas a la hora de preparar comida. Estos son siete mitos que desmentiremos para que puedas cocinar con mayor seguridad.

La sensación de que un cuchillo afilado nos pueda dañar puede hacernos pensar que también son más peligrosos a la hora de manipularlos. Sin embargo, esto solo es parcialmente correcto. Un cuchillo afilado ha cortado a más de un incauto pero muchas más veces el filo deficiente nos hace aplicar más fuerza y en el descuido podemos salir más perjudicados.

Recomendación: El uso de tablas a la hora de cortar te permitirán cuidar tus cuchillos y que así duren afilados por más tiempo.

Generalmente, a la hora de cocinar podemos pensar que las frituras son dañinas, pero esto también depende del tipo de aceite que se utilice. Lo mejor en estos casos es preferir aceites que sean resistentes al calor (por ejemplo aceite de oliva).

Además es fundamental que a la hora de preparar frituras el aceite esté lo más limpio posible. Cuando lo reutilizamos, este se vuelve más viscoso lo que lleva a que los alimentos lo absorban más.

Es relevante además, que las frituras estén el menor tiempo posible en el aceite, una vez que los alimentos floten ¡ya están listos para servir!

Esto depende de qué verdura ponemos a hervir, puesto que hay algunas más resistentes al calor y que conservan de mejor forma los nutrientes. Por ejemplo la acelga, espinaca, brócoli o repollo son capaces de conservarlos de forma exitosa.

En el caso de que quieras aprovechar los nutrientes de otras verduras se recomienda utilizar el agua de la cocción, ahí los nutrientes quedan.

Muchas veces nos encontramos con verduras marchitas en el refrigerador, pero no es necesario tirarlas. Hay un secreto que te permitirá revivirlas: Tan sólo necesitarás agua y hielo y sumergir las hojas media hora en un bowl. Este es el truco más simple y rápido para revivir las hojas marchitas.

¡Claro que esto es posible! esto te permitirá conservar tus alimentos por más tiempo. Lo fundamental de esta técnica está en que los alimentos estén secos al momento de congelarlos y el recipiente que elijas para guardarlas. Lo más recomendable es utilizar bolsas cerradas al vacío, pero también puedes usar un tupper, aquí en lo único que hay que fijarse es en dejar algunos centímetros de espacio, porque las frutas y verduras aumentan su tamaño.

Cuando cocinamos a altas temperaturas muchas veces optamos por utilizar papel aluminio, una técnica bastante segura. Pero ojo con los alimentos salados o ácidos, sus propiedades pueden hacer que el papel se desprenda y quede en nuestro plato.

A pesar de que muchas comidas contienen aluminio de forma natural, este en exceso puede ser nocivo. Para los casos en que vayamos a cocinar con él lo que se recomienda es salar las comidas después de haberlas cocinado.

A pesar de que muchas veces preferimos bowls de plástico, puesto que son más fáciles de lavar, estos absorben con muchísima facilidad los olores de las comidas anteriores, lo que puede contaminar el alimento siguiente. Además estos son más nocivos para el medioambiente que los de metal. Por eso, es preferible utilizar bowls de acero, que no absorben los olores.

¿Conoces más trucos y mitos? Te leemos en los comentarios.