Originario de la India pero transformado hace ya mucho rato en un producto universal, el pepino es una cucurbitácea cuya particularidad es que aproximadamente el 90% de su peso se trata solo agua. Si a eso le sumamos sus variadas propiedades y nutrientes, además de su característico aroma y sabor, el pepino se convierte en un alimento altamente recomendable. Mucho más en primavera o verano, cuando el calor arrecia.

¿Con o sin cáscara?

Tradicionalmente, en Chile el pepino se ha consumido pelado. En muchos recetarios antiguos, incluso, se recomienda raspar su carne exterior a lo largo con un tenedor, de manera que luego, al rebanarlo, el borde de cada una de sus rodajas quede dentado.

Todo eso está muy bien, sin embargo vale la pena aclarar que la cáscara del pepino no solo es totalmente comestible, si no que además está llena de fibra y vitaminas. Por eso, lo más recomendable es lavar muy bien los pepinos antes de consumirlos y luego cortarlos o picarlos sin pelar.

¿Pelado o peludo? Cada quién con sus gustos.

¿Quiere decorarlos de alguna manera? Con la ayuda de un pelador de verduras, puede sacarle algunas lonjas de cáscara. Una sí, otra no, para que así los bordes de cada rodaja tengan dos colores en sus bordes. Al final, cáscara más o cáscara menos, todo es cosa de gustos.

La ensalada más simple

El pepino se puede combinar muy bien con tomates, cebollas, paltas, betarragas, lechugas, choclos y mucho más. Sin embargo, una simple ensalada que solo lleve pepino puede ser algo de verdad muy bueno.

Solo basta tomar un pepino mediano, lavarlo muy bien, luego secarlo y cortarlo en rodajas bien finas (para lo cual conviene usar una mandolina). Estas se aliñan con los siguientes ingredientes y en este estricto orden: sal, pimienta negra recién molida, aceite de oliva y vinagre de jerez. Se revuelve y ya está lista una doña ensalada. Como dicen por ahí, menos es más


La griega

Probablemente, la más famosa de las ensaladas en base a pepino es la que muchas veces llaman griega: cuenta con pepino, tomate y cebolla. Sin embargo, una ensalada griega de verdad es un poquito más compleja, como se muestra en la siguiente receta para dos personas.

Ensalada griega

  • 1 pepino mediano, lavado y seco
  • 2 tomates medianos, lavados y secos
  • ½ cebolla morada pelada
  • ½ taza de aceitunas verdes
  • 1 pimiento verde cortado en tiras
  • 150 grs de queso feta cortado en cubos pequeños
  • Sal, pimienta, orégano, aceite de oliva y vinagre

Primero, cortar el pepino en rodajas finas y reservar. Luego cortar los tomates en gajos y la cebolla en pluma. Poner en un bol todos estos vegetales, más las aceitunas, el pimiento y el queso feta (si está muy difícil conseguirlo, puede ser de cabra). Condimentar con sal, pimienta, orégano, aceite de oliva y vinagre a gusto. Revolver y servir.

¿Qué más se le puede pedir al verano?

¿Con mayonesa?

Aunque no lo crean, el pepino y la mayonesa no se llevan nada de mal. De hecho, en la cocina japonesa no es extraño encontrar preparaciones en este estilo, sumado a ingredientes como salsa soya y algún picante.

¿Un dato fácil para experimentar con esta combinación? Cortar finamente un pepino limpio y poner las rebanadas en un bol. Agregar también algunas semillas de sésamo tostado más un par de cucharadas de una buena mayonesa. Agregar un chorrito de salsa de soya y otro de alguna salsa picante, revolver muy bien —para que todos los trozos de pepino queden bañados en esta mayonesa especial—, tapar y refrigerar por dos horas. Finalmente, sacar del frío y servir en algún sándwich o ensalada.


Una sopa fría

El pepino también sirve para preparar una buena sopa fría, que no necesita fuego ni ollas, y es excelente para capear el calor. Sirve para dos personas.

Crema de pepino y menta

  • 1 pepino pelado
  • 300 ml de yogur griego o natural
  • 1 diente de ajo
  • 5 hojas de menta bien lavadas.
  • Sal, pimienta, aceite de oliva y vinagre de manzana

Cortar el pepino en trozos pequeños y ponerlos en la jarra de una licuadora. Picar el ajo bien fino e integrarlo también a la licuadora. Agregar el yogur y las hojas de menta, condimentar con sal, pimienta y un generoso chorro de aceite de oliva. Procesar todo hasta obtener una consistencia cremosa. De ser necesario, agregar un poco de agua y corregir de sal. Llevar al refrigerador por dos horas y luego servir.


La sopa fría más famosa

Incluso mejor que la crema de pepino es el afamado gazpacho, que también se consume frío. Si bien es en base a tomates, tiene al pepino como coprotagonista. Sin más preámbulos, la receta correspondiente.

Gazpacho (para un litro)

  • 4 tomates muy maduros
  • ¼ de pimiento verde
  • ¼ de pepino
  • ½ cebolla
  • 1 diente de ajo
  • Aceite de oliva, vinagre de vino blanco y sal

Lavar muy bien los tomates, cortarlos en cuartos y meter al vaso de la licuadora. Luego, agregar el pimiento verde (lavado y sin semillas ni nervaduras) partido a la mitad, el pepino pelado y cortado en cuatro, igual que la cebolla. Después, golpear el ajo con el cuchillo, desechar su cáscara y agregarlo a la licuadora. Finalmente, agregar un generoso chorro de aceite de oliva y otro de vinagre.

Antes de tapar la licuadora, aliñar con algo de sal y ponerle también un poco de agua fría (un vaso aproximadamente). Procesar hasta que se licúen bien todos los ingredientes. Después, probar la mezcla y corregir de sal y/o vinagre si es necesario. Darle un par de vueltas más, pasar por un colador y servir rápidamente (para que no tome temperatura) en platos hondos.


Rellenos también

¿Es posible comer pepinos rellenos? Claro que sí. Solo hay que tener un sacabocado o una herramienta similar, con la cual ahuecar el pepino previamente pelado. Luego, se parten por la mitad, se ponen sobre un plato y se rellenan. ¿Con qué? La verdad es que el yogur natural siempre le va bien al pepino, así que podría ser una mezcla de este lácteo con anchoas cortadas finas y alcaparras, más un toque de pimienta y aceite de oliva. Más fresco, fácil y delicioso que eso, imposible.


Ojo con el Hosomaki

Sabemos que el hosomaki es ese tipo de roll que lleva el alga por fuera del arroz, relleno solo con un ingrediente. Bueno: si prueban el hosomaki de pepino estarán ante un bocado fresquísimo y liviano, realmente ideal para comer un día de calor con una buena copa de vino o de cerveza al lado. Pero ojo, cuando pienso en hosomaki de pepino, pienso solamente en el que preparan en el tradicional restaurante Japón. De otros yo no me hago cargo.