El pollo es una de las mejores alternativas para quienes consumen proteínas animales. En la cocina es muy versátil y todavía sigue siendo accesible en precio. Además, es una carne bastante nutritiva: en tiene cantidades importantes de minerales —como hierro, zinc, magnesio, selenio, cobalto, fósforo y cromo—, y de vitaminas, como la A, las del grupo B y riboflavina.

La carne de pollo también contiene todos los aminoácidos esenciales y aporta pocas calorías. De hecho, está considerada como carne magra porque contiene menos de un 10% de grasa en su composición, las que además son principalmente monoinsaturados, o grasas buenas, por lo que se recomienda como parte de una dieta saludable.

Todos saben que el corte predilecto es la pechuga, pues resulta ser la carne más magra del pollo. Además de sana, si se prepara bien resulta tierna, jugosa y sabrosa. Y con solo un filete pequeño de pechuga estás consumiendo, más o menos, el 30 por ciento de las proteínas que necesitas al día.

Para variar un poco y no comerla siempre igual, Alejandra Mulet nos enseña una receta de filete de pechuga simple y sabrosa. En ella, el desglasado ocupa un lugar especial. Esta técnica consiste en añadir un líquido a un recipiente en el que se han sellado o dorado carnes o verduras, con el fin de recuperar los jugos que se han caramelizado y que, por el calor, quedaron adheridos en el fondo.

De esta manera obtendremos una salsa que concentra todo el sabor y aroma del pollo y que, sumado al vino blanco, le aporta una dimensión extra a esta carne tan popular.

• 6 a 8 filetitos de pollo (100 gramos cada uno, aprox)
• 1 taza de vino blanco
• 1 cucharadita de mostaza en grano
• 200 ml de crema
• ½ taza de agua
• Aceite de oliva
• Sal y pimienta a gusto.

1. Calentar a fuego medio-alto un chorrito de aceite de oliva en un sartén apto para horno. Poner los filetitos de pollo, aliñar con sal y pimienta, y sellarlos por ambos lados. Cuando estén dorados, sacarlos del sartén y reservarlos en otro recipiente.
2. Sin lavar el sartén, agregar el vino y el agua para desglasar: con una cuchara de palo o silicona remover el fondo del sartén para soltar lo que quedó pegado del pollo, que es puro sabor.
3. Una vez evaporado el alcohol del vino, agregar la mostaza y disolver bien. Luego añadir la crema. Mezclar bien.
4. Volver a agregar los filetitos y dejar cocinar a fuego bajo por unos cinco minutos.
5. Listo para servir acompañado de arroz, papas salteadas o puré.