Aplicar mal el agua micelar
Sin algodones ni pañuelitos, para aprovechar eficientemente las ventajas del agua micelar se recomienda aplicarla directamente sobre la piel y luego enjuagar con abundante agua fría. "Puede ser de dos maneras: en forma de bruma (esto se logra poniéndola en una botellita con atomizador), y enjuagar luego de realizar un suave masaje circular con la yema de los dedos para permitir un alcance mayor de las micelas; o se puede poner el agua micelar en las manos y aplicarla inmediatamente sobre la piel realizando un suave masaje para alcanzar los pliegues, incluidos ojos y pestañas y que así las micelas lleguen a toda la piel para eliminar las impurezas, que a continuación se arrastran enjuagando con abundante agua fría", explica la cosmetóloga Paola Sarti.
Prestar el maquillaje
"Por muy estricto que parezca, el maquillaje debe ser de uso personal, jamás compartido. Los productos y herramientas pueden ser un foco infeccioso de muchas enfermedades; pueden transmitir bacterias u hongos, como los que provocan conjuntivitis, orzuelos o herpes labiales, entre otros", advierte la maquilladora Elvira Montero. Y agrega: "Por esa razón es también muy importante mantener una correcta higiene de los elementos de belleza y del lugar donde se guardan".
Ocupar incorrectamente el champú y/o acondicionador
"El champú jamás se aplica en el casco o directo en el cuero cabelludo, porque puede ser muy agresivo y provocar problemas como caspa o psoriasis. Lo ideal es ponerlos en las manos -la cantidad debe ser como una moneda de 100 pesos o una avellana-, diluirlo con un poco de agua y comenzar en las puntas; cuando se haga espuma se sube hacia el cuero cabelludo, siempre masajeando suavemente", describe el estilista Juanjo Sandoval. En el caso del acondicionador, se usa solo de medios a punta y la cantidad también debe ser como una moneda de 100 pesos.
Quitar el esmalte permanente 'a la mala'
Si te has convertido en una fanática del esmaltado permanente por su duración y practicidad, sobre todo para las vacaciones, entonces debes asumir que retirarlo exige ser responsables. "Es importante hacerlo siempre profesionalmente; si se saca raspando con la uña o con una herramienta, se genera daño porque se saca el esmalte natural de la uña, lo que la debilita muchísimo. Además, se recomienda dejar el esmaltado permanente como máximo 14 días", explica María Guevara, administradora general del centro de manicure y pedicure Hands & Company.
Maquillarse con la luz incorrecta
La ecuación es simple y básica: hay que maquillarse con la luz a la que estarás expuesta en cada ocasión. "Para el día es importante hacerlo con luz natural, ya que evita que haya sombras, y al ser clara y uniforme permite corregir imperfecciones que la luz artificial no deja ver. Esta luz es la más real para evaluar cómo se ven los productos sobre la piel e identificar hasta los detalles más mínimos", comenta Elvira Montero. Si vamos a salir de noche, la luz artificial es bienvenida, ya que probablemente estaremos expuestas a una luz artificial más tenue.